Muchos posiblemente no se imaginan cómo es el ambiente de los equipos finalistas. Solo tienen presente que Metapán es el rey de copas en los últimos años y que parece jugar sin presión en las finales; y que Santa Tecla es producto de la constancia en la temporada 2014/2015 y tiene en sus filas a dos goleadores de raza como Herrera y Ricardinho.
EDHdeportes hizo una consulta para conocer el ambiente de camerino que existe y cómo se motivan los que mañana serán los protagonistas de la final del Clausura 2015.
Para ambos bandos, la música y el baile son factores primordiales previo al partido final del torneo.
Música en la sangre
En Metapán hay una grabadora en el camerino y la música infaltable es el reguetón. Fidel Mondragón es el encargado de amenizar y se atribuye el rol de DJ.
Mondragón contó: “Acá se pone reguetónn porque aunque tomamos nuestro trabajo con responsabilidad también creemos que cada partido es una fiesta, se busca música alegre, no romántica, y nadie tiene problema en el gusto de la mayoría. No soy reguetonero, pero la hago de DJ. Acá nos ponemos a bailar también”.
Víctor “el Pega” Merino, volante metapaneco, agregó: “Los jugadores se han acostumbrado a tener buen camerino, desde antes que jugara acá ya había un estéreo y un televisor. Somos muy unidos”.
En Metapán, un grupo de jugadores acostumbra irse a una barbería. Aunque ya han bromeado de ser ellos los barberos, como sucedió en la final pasada con el utilero Alexander Martínez. “Molestando les dije que si pasábamos a la final me cortaría el cabello y lo tomaron en serio. Con máquinas me pelonearon”, dijo Martínez. Esta vez no repitieron ese ritual.
Henry Hernández, por su parte, tiene la costumbre de arrodillarse y dar gracias a Dios mientras está frente a uno de los postes.
Buenos para el diente
Los asados son costumbre. No solo lo hacen en la casa club, sino también en la casa de jugadores (Milton Molina, Narciso Orellana y Julio Cerritos). Unos jugadores confesaron que cuando los invita Narciso se dan una comilona porque hay sopa de gallina india.
Antes había una cafetera en el vestuario, pero, según Merino, “se perdió o se la robaron. Antes les preparaba el café, pero ahora me voy a una tienda y se hace la ‘cabuda’ para que algunos tomemos”.
En el equipo cementero casi todos son bromistas. Marvin Monterrosa explicó: “Casi todos son jodarria, aunque hay jugadores que se ven serios; por ejemplo Henry Hernández, no se bromea pesado con él. Héctor Ramos, así como es alegre, también es gruñón porque se enoja fácil; y Romeo Parkes luce serio porque como no habla español no entiende las bromas y necesita que Ramos, López y ‘Zarco’ Rodríguez le traduzcan”.
En Metapán casi no hay cábalas, aunque Narciso Orellana mencionó: “Soy fiel al par de tacos que me acompañó en todo el torneo y en la final no lo cambio por uno nuevo”.
Venga la alegría
Santa Tecla no se queda atrás. Los días de los partidos, el que llega primero es quien enciende la grabadora y elige la música, pero hay varios ritmos, según detalló Gerson Mayén: “A algunos les gusta el reguetón, el heavy metal, la bachata o la música electrónica”.
Hay tres jugadores a los que les gusta bailar: Diego Chavarría, William Maldonado y el brasileño Ricardo Ferreira. Aunque este último confesó que se motiva escuchando alabanzas.
En cuanto a cábalas, dos jugadores contaron qué hacen. Chavarría mencionó: “Voy a la iglesia un día antes de un juego y salgo a cenar con mi esposa y mi hija”. Mayén mencionó que confía en su cabello. Si juega bien un partido con trenzas repite, si no con el cabello largo y bromeó “no me lo corto porque soy como Sansón, es mi fuerza”.
En Tecla hacen asados de vez en cuando, aunque la semana pasada fue cortesía de la directiva. En cuanto al café, antes lo preparaba Facundo Simioli, pero como se fue, nadie más toma ese rol, comentó Maldonado.