La Copa aún se ve y no se toca, en la Segunda División. El Roble no le sacó provecho a la localía y Real Destroyer no pudo mantener la ventaja, para conformarse con el empate (1-1), en la ida de la final de plata.
La vuelta será el otro fin de semana y deberá haber ganador, para conocer el campeón, pues aquí no hay ninguna ventaja deportiva, ya sea por la posición en la que terminaron la fase regular, tampoco el gol de visita.
De este primer partido, El Roble, siendo local, tomó la iniciativa en este partido. Usó mucho las bandas para llegar con constante peligro sobre la portería portuaría, de a quienes les costó acomodarse al terreno irregular del estadio muñequero.
En los instantes de mayor presión, por parte de los locales, surgieron dos tiros libres que cobró Iván Amaya, con mas potencia que colocación, y se fueron sobre la meta. Además de dos más que tapó el guardameta Elio Guillén, tras tiros de esquina, con lo que también fueron muy insistentes sobre el rival.
Al mantener la presión, El Roble había adelantado líneas, pues tampoco Destroyer proponía solo aguantaba y buscaba salida a través de un pelotazo.
Así fue, cuando menos se pensaba, como los portuarios terminaron abriendo el marcador. Un rechazo desde su área encontró mal parado a los defensores de El Roble, quien en su intento por rechazar, hubo desesperación y mala comunicación en el achique, obligando al zaguero Ricardo Deras anotando en su propia porteria, a los 31 minutos.
Para el Destroyer, la anotación era un gran premio, pues la propuesta ofensiva había sido poca. No habían llegado ninguna ocasión sobre la meta rival. El equipo se había dedicado más a aguantar y pegar, aprovechando ymtambién la pasividad del central Edgar Ramírez, a quien le terminó quedando grande esta final.
Para el segundo tiempo, Real Destroyer salió con otra mentalidad. El equipo tenía mejor idea de juego, controlaba la pelota y buscó generar espacio para que sus delanteros llegaran mejor perfilados sobre la meta local.
De El Roble se mantuvo la estrategía, el equipo siguió llegando con el mismo peligro que en la primera parte, pero al no encontrar el gol de la paridad, apareció la desesperación en el plantel ilobasquense.
El técnico de El Roble, Víctor Coreas realizó sustituciones y pasó a tener tres delanteros, para, por lo menos, recuperar la claridad en las llegadas. En uno de esos cambios llegó Walter Fuentes, quien terminó anotando el gol del empate.
Y fue en una mala salida del portero Elio Guillen, donde a Flores le quedo la pelota para definir de pierna izquierda, a los 70?.
Empatados, los dos equipos intentaron llegar en busca del segundo. Pero los dos equipos no pudieron aguantar el ritmo y con ello ahora pensar en el partido de vuelta, donde ambos equipos tendrán la misma posibilidad de campeonizar.