LA LIBERTAD. Tuvieron que pasar más de 70 años para que la ciudad de Santa Tecla celebrará un campeonato en Primera División. Entre 1941 a 1943 el Quequeisque Fútbol Club se coronó campeón nacional durante dos ocasiones. El penal de Juan Barahona terminó con una larga sequía para una ciudad que ha visto florecer un proyecto de fútbol que arrancó en 2007 en la Liga de plata.
El estacionamiento del Parque El Cafetalón fue testigo del júbilo de una afición que celebró hasta la locura el histórico campeonato para Santa Tecla. Niños, jóvenes, adultos, todos identificados con la camisa verde del Tecla festejaron un campeonato que quedará marcado en la mente de los aficionados tecleños.
Y llegó el momento de la celebración. Mientras un grupo juvenil interpretaba en vivo el himno del equipo, los jugadores aparecieron en la entrada principal del recinto acuerpados por la barra “Los locos del Cafeta” que no paraban de cantar el clásico “ahí está el campeón” o el “si se pudo”. Escoltados por una barrera humana los jugadores, cuerpo técnico y directivos ingresaron a El Cafetalón con la Copa en mano para el festejo con los presentes.
“Que nos sigan viendo de menos”, “callamos muchas bocas”, “siempre confiamos en el equipo”, eran parte de los comentarios de los hinchas que celebraran cada quien a su manera el histórico campeonato tecleño.
Ya en el escenario llegó el momento para que los jugadores agradecieran al apoyo incondicional de la afición, pese a que no partían como favoritos y por las cicunstancias que se presentaron durante el partido, nunca dejaron de alentar al equipo esmeralda. Uno de los más aclamados fue el guardameta Derby Carrillo, tampoco se olvidaron del técnico argentino Pichi Escudero.
Tanto jugadores, cuerpo técnico y directivos invitaron a la afición a seguir creyendo en el proyecto de Santa Tecla, además de apoyar al ahora campeón nacional en su nueva aventura, la Liga de Campeones de CONCACAF que jugarán a partir de agosto en su fase de grupos. La celebración acabó pero la adrenalina por parte de los aficionados tecleños nunca se detuvo. Era para menos, no todos los días tu equipo se corona campeón de la Primera División y hace historia en el fútbol salvadoreño.