Sin pedirlo, ahora la Fesfut está en una encrucijada. Hay tres caminos. Opción 1: Votar a favor de Blatter. Es la que seguramente tomarán mañana, durante el Congreso de FIFA, en Zurich. ¿Por qué? Porque a pesar de que la integridad de FIFA está en el ojo del huracán, aún cuando autoridades de justicia de EE.UU. y Suiza están investigando a dirigentes pesados de la Internacional, la realidad es que para la Fesfut es importante el apoyo económico que recibe de la FIFA, y más ahora que no tiene toda la plata que antes le daba el Estado a través del INDES.
Opción 2: Votar en contra de Blatter. Difícil que lo hagan. En cuatro elecciones anteriores, todos los presidentes de la Fesfut de esos años, y sus compañeros de junta directiva, se decidieron por el suizo. Así lo hicieron Juan Torres, Humberto Torres, Rodrigo Calvo, Carlos Méndez Florez… y seguro así lo hará Jorge Rajo mañana.
Que Blatter siga significa más Proyectos Gol (casi medio millón de dólares) y apoyo para selecciones menores, fútbol playa, sala, femenino… Aunque, curioso, Luis Figo (que ya no está en contienda) ofreció incluso más fondos para las distintas asociaciones, pero aún así no logró meterse en la voluntad del planeta fútbol que vota.
Opción 3: La abstención. No votar. No elegir ni a Blatter ni a su contrincante, Ali Bin Al Hussein. El príncipe de Jordania ha tenido poco acercamiento con Concacaf o El Salvador… no sería lógico elegirlo. Pero abstenerse sí lanzaría un mensaje desde este Pulgarcito de América:
No se puede votar a favor de la sospecha. La mesa de la FIFA no está limpia. El dinero (fortuna) que FIFA maneja tampoco está limpio, y muchos de los fondos que recibe por derechos televisivos y patrocinios han llegado gracias a sobornos y compra de voluntades. No está bien que El Salvador diga “Blatter, te elijo”, a sabiendas de que la organización que el suizo representa tiene una larguísima colísima pateadísima.
Abstenerse, claro, podría tomarse como un rechazo a Blatter. Un rechazo que algunos podrían considerar incluso injusto, porque en la investigación del “FIFA Gate”, hay que aceptarlo, el suizo no ha sido señalado directamente. Pero abstenerse sería sentar una postura: decirle al mundo que el fútbol salvadoreño está a favor de la transparencia y la honestidad.
Quizá suene idealista. Pero es eso, justamente: sin ideales y sin valores altos, el fútbol ha mutado de negocio a crimen, y en el camino la Fesfut tiene la oportunidad de decir: Alto. Esta no es la ruta.
Tanto la europea UEFA como la sudamericana CONMEBOL buscan el camino para frenar las elecciones de mañana, porque comprenden lo que está en juego. Es más cómoda su postura, claro, pues sí cuentan con recursos y estabilidad económica. Es mucho más difícil para las empobrecidas asociaciones de Asia, África, Latinoamérica y Oceanía. Será que se atreven…
“La honestidad es incompatible con amasar una fortuna”, dijo Ghandi alguna vez. Abstenerse es la salida más honesta. En 48 horas y contando sabremos la postura de FESFUT…