La tenista número uno del mundo, Serena Williams, arrolló el miércoles a la italiana Sara Errani con una victoria por 6-1 y 6-3 y accedió a las semifinales del Abierto de Francia de forma intimidante.
La dos veces campeona de Roland Garros se medirá ahora a la suiza Timea Bacsinszky, preclasificada número 23, que batió por 6-4 y 7-5 a la belga Alison van Uytvanck.
Serena logró 39 tiros ganadores en un partido en el que no encontró rival en la diminuta Errani, preclasificada número 17 del certamen y finalista en París en 2012.
“Sabía que tenía que empezar mejor hoy que en los otros días porque ella es una rival dura con historia aquí”, comentó Serena en francés a un entrevistador en la pista.
Los ocho enfrentamientos anteriores entre las dos tenistas se habían decantado del lado de Serena, con apenas dos sets perdidos frente a Errani, aunque la italiana la llevó al límite en su último duelo por la Copa Federación en abril.
La estadounidense cedió el primer set en las tres rondas previas, pero el miércoles empezó fuerte al romper el primer servicio de Errani.
Un brillante punto de revés dio a la italiana un inmediato quiebre que igualó el encuentro, pero Williams estaba en racha ya y dominó el resto del primer set.
Errani mejoró su ritmo en el segundo set y pareció tener más rapidez, pero no fue suficiente ya que Williams rompió su servicio para ponerse en ventaja con 4-3 y concluyó el cotejo aprovechando su cuarto punto para partido.
En el otro partido de cuartos de final, el inesperado duelo entre Timea Bacsinszky y la poco conocida Alison van Uytvanck se saldó a favor de la primera por 6-4 y 7-5.
Bacsinszky desplegó un juego sin complejos desde el fondo de la pista para convertirse en la primera suiza en alcanzar los cuatro mejores de Roland Garros desde Martina Hingis en 2001.
La número 93 del mundo Van Uytvanck, que buscaba ser la jugadora con el ranking más bajo en llegar a las semifinales del torneo sobre tierra, apenas tuvo oportunidad de pestañear cuando ya perdía por 3-0 en el primer set.
Teniendo en cuenta que la pelirroja tenista de 21 años solo había ganado un partido anteriormente en un grand slam previo a su llegada a París, no fue raro que le afectara jugar en la pista Suzanne Lenglen, con capacidad para 10.000 espectadores.
Cuando consiguió dominar sus nervios, pudo empezar a desplegar su juego, pero ya era tarde y Bacsinszky se aseguró el set con un golpe ganador de derecha.
Animada por su ídola Kim Clijsters desde las gradas, Van Uytvanck acertó una serie de valientes tiros para recuperarse de un 3-1 en contra y empatar a 3-3 en el segundo set.
No obstante, Bacsinszky quebró el undécimo juego antes de enviar un revés a la línea que selló su paso al penúltimo escalón del torneo.