Tras reconocer tierra andina, la selección de El Salvador pasa la página de su última derrota ante Honduras (0-2) y ya piensa en su similar de Chile, la última prueba antes de su debut oficial en eliminatorias a Rusia 2018.
La consigna del partido de este viernes en Rancagua (4:00 p.m., hora salvadoreña) es complicar lo más posible al rival y tratar de sorprenderlo. Así lo resumió el delantero Nelson Bonilla, quien conversó con los medios locales sobre lo que representa el compromiso ante “La Roja”.
“(El objetivo:) Ponersela duro a Chile. Será una bonita sorpresa si les cuesta a Chile marcar un gol o si nosotros también les sorprendemos. Nosotros no perdemos nada, ustedes tienen a su gente aquí preparando la Copa América y va a ser un bonito partido”, manifestó el legionario cuscatleco.
Bonilla, ante la insistencia de la prensa local, no descarta un triunfo ante los chilenos en el estadio El Teniente en Rancagua. “Se puede ganar a Chile, en el fútbol todo se puede. En el fútbol se juega 11 contra 11 y se queda de lado dónde jugás o cuánto ganás. (…) Nosotros respetamos a Chile por la calidad de jugadores que tiene, algunos militan en grandes clubes de Europa y marcan la diferencia”, explicó.
El jugador también recordó la importancia del juego para el futuro inmediato del cuadro salvadoreño. “Es bueno medirse a estos rivales porque uno como joven va aprendiendo muchas cosas. La verdad es que (para) enfrentar a rivales en Copa Oro como México, que están casi al mismo nivel, hay que enfrentarse (con Chile) para ir agarrando experiencia en las competencias oficiales.”
La Azul entrenó este martes en el complejo Patricio Mekis en Rancagua. Bonilla aprovechó para hablar del clima y de lo que se viene este fin de semana para su equipo.
“(El complejo) Me pareció muy bueno, excelentes las canchas en las que nos tienen. Del clima estoy un poco acostumbrado porque yo juego en Rumania, es un poco más frío que acá. Muy bueno y muy agradable y va a haber un bonito partido en la noche”, concluyó el jugador del FC Viitorul.