Rancagua es conocida como la ciudad histórica. En estas tierras, pero hace 201 años, se desató una de las últimas batallas del ejército de Bernardo O’Higgins contra las tropas realistas que terminó con la independencia de Chile. “Vivir con honor o morir con gloria”, era el lema del libertador.
Y en esta ciudad, que literalmente renació de las cenizas de esa guerra, jugará hoy El Salvador ante Chile. Los dos tienen su último examen antes de la prueba mayor que es el mismo día. Porque el 11 de junio, la Selecta tiene que visitar a San Cristóbal y Nieves, mientras que la Roja debuta en la Copa América ante Ecuador.
Por eso este partido tiene una carga distinta. Más allá, que la gente en las calles no conoce mucho al equipo de Albert Roca y en los foros de las páginas, los hinchas se quejaban del bajo nivel del rival elegido para despedirse antes del torneo que se inicia la próxima semana.
Pero el foco en Chile está puesto en los conflictos de la FIFA que salpicaron a la Federación chilena y, por ende, a su presidente, Sergio Jadue, quien tuvo que enfrentar a los clubes que le exigieron explicaciones porque en la investigación del FBI se habla del pago de un millón y medio de dólares a cada uno de los miembros de la Conmebol.
Por eso, los dirigentes de los demás clubes le pidieron cuatro auditorías para aclarar el asunto. Y por si hay pocos inconvenientes, el entrenador de la Roja tuvo que explicar los motivos por los cuales se había cerrado la calle que conduce al complejo de Juan Pinto Durán, donde entrena la selección.
Todo eso enrarece un poco el clima del partido y lo calienta por afuera, porque adentro del estadio El Teniente habrá frío seguro.
Un recinto histórico
La Selecta enfrentará a Chile en un estadio que fue construido en 1945 por la empresa minera estadounidense Braden Copper Co. y que fue utilizado para el Mundial del 62, donde se disputó el Grupo 4. Allí clasificaron Hungría y la Inglaterra de un joven Bobby Charlton (tenía 24 años), mientras que Argentina y Bulgaria quedaron afuera.
Ese estadio fue modificado en 2014 y quedó con capacidad para 15 mil 600 personas, incluso quedó tan bonito que la página Stadiums Database, especialista en el tema, lo incluyó entre los 32 mejores coliseos construidos ese año.
Recibe el nombre de El Teniente, por la mina de cobre que está cerca, que pertenece ahora a la empresa Codelco, la mayor minera del país.
En esta Rancagua está El Salvador, padeciendo el clima de estos días y entrenando en las instalaciones municipales Patricio Mekis, que lo utiliza el club Tomás Greig, de la Tercera División.
Un lugar que fue elogiado por el técnico catalán y hasta donde llegó el mismo alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, para darle la bienvenida.
En ese recinto, la Selecta entrenó los primeros 15 minutos con prensa, donde se pudieron tomar fotografías y después siguió a puertas cerradas.
Arriesgar un equipo titular sería arriesgado, aunque podrían estar de entrada los legionarios como Arturo Álvarez, el Ruso Flores o Richard Menjívar a pesar de haber trabajado poco con el equipo.
Justamente igual que a 85 kilómetros de distancia, donde Sampaoli frenaba los entrenamientos ante la presencia de un dron que sobrevolaba sus prácticas.
El entrenador argentino es muy celoso con sus trabajos y declaró muchas veces que teme ser espiado. Por eso, no deja acercarse a sus prácticas y cada vez que ve algo extraño frena sus labores.
En ese contexto, a Chile le servirá más que a la Selecta, porque la Roja se le irá encima desde el inicio, algo que seguramente no pasará con San Cristóbal y Nieves.