El fútbol y su mundo

Martes al mediodía. Había pasado la jornada matutina de cobertura en una ciudad que poco sabía aún a la sede de la final de la UEFA Champions League

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Momento cuando eran sacados del hotel los oficiales de FIFA por agentes del FBI. Foto EDH

Por Fernando Palomo | Twitter: @Palomo_ESPN

2015-06-07 5:07:00

Martes al mediodía. Había pasado la jornada matutina de cobertura en una ciudad que poco sabía aún a la sede de la final de la UEFA Champions League. En realidad lo que periodísticamente ocupaba al fútbol no pasaba por Berlin. Unos 800 kilómetros al sur, era convocada una conferencia de prensa en la oficinas de la FIFA. Zurich había sido el epicentro del mayor terremoto que haya sufrido la dirigencia deportiva en su historia. Agentes del ministerio público suizo, colaborando con el FBI, procedieron a los primeros arrestos del mayor caso de corrupción en el fútbol. Uno que además cuenta con pruebas documentales que elevan su categoría por encima de los murmullos.

Tardaría en dar comienzo la comparecencia ante los medios. Distintos reportes de aquellos presentes intentaban anticipar el contenido de la conferencia. Aclarar el grado de conocimiento del secretario general de FIFA en el depósito de 10 millones de dólares a las cuentas de Jack Warner en Concacaf parecía el más repetido presagio. Un empleado del departamento de comunicaciones de FIFA colocó un cartel blanco frente a uno de los micrófonos. El nombre en el cartel: Sepp Blatter. El presidente de FIFA pasó a sentarse frente a aquel micrófono unos minutos más tarde. “He puesto mi cargo a disposición”, una manera esquiva de decir “renuncio”.

Ese martes previo a la final de la UEFA Champions League, el fútbol nos hacía recordar que hay dos veredas paralelas en el juego. Mismas que cada cierta vergüenza se cruzan. El juego es la pelota, la sonrisa, los amigos, las gambetas, el equipo. El mundo del fútbol es el negocio, la avaricia, la ambición por el poder, los egos, la mentira, los amaños. Ese mundo FIFA que fue sacudido por la intervención del departamento de justicia de los Estados Unidos al conocer que sus instituciones bancarias sirvieron para darle continuidad a la operación sistemática de corrupción de altos dirigentes deportivos.

Con su renuncia Blatter, quien tuvo entrada directa a la presidencia de FIFA desde 1981 como secretario general y desde 1998 como presidente, se convertía en otra víctima de la investigación por corrupción en el organismo que administra el fútbol mundial. El modelo de gestión de Blatter, permeable entre sus distintos niveles, ha quedado expuesto. Blatter, el presidente de FIFA no desconocía lo que sus distintas confederaciones realizaban bajo su gestión. Actos de corrupción evidencias en los testimonios de Chuck Blazer, ex secretario general de la CONCACAF. La confederación que rige a la Federación Salvadoreña.

Hay evidencia del conocimiento de la manipulación  organismo mundial y su escalón inferior, las confederaciones. Pensar que el modelo de la operación pueda alcanzar a las asociaciones nacionales no es descabellado. Es que FIFA invita, con su actual estructura, a la embriaguez financiera de las mismas. La botella es el Proyecto GOAL, con el cual FIFA asigna a sus asociados las ganancias generadas por su gran producto, la Copa del Mundo y los jugosos contratos comerciales que la sostienen. El proyecto es la herramienta que ha utilizado Blatter para sostenerse en el poder. El dinero que consigue que las federaciones nacionales de bajos recursos sigan siendo, federaciones nacionales de bajos recursos y dependientes de FIFA.

Llama la atención que los proyectos asignados a El Salvador durante los años 2009, 2011 y 2012 fueran asignados a la misma empresa. “Desarrollos del Pacífico” se encargó de los tres proyectos financiados por 1.4 millones de dólares provenientes de Zurich. El mismo arquitecto que figura en los proyectos de El Salvador también aparece como encargado de la firma guatemalteca que durante ese mismo periodo se agenció obras con la federación de Guatemala. Mismo periodo en el que la oficina del Proyecto Goal se encontraba en la Ciudad de Guatemala. Con el fútbol juegan muchos y se aprovechan para engañar y llevar satisfacción a sus podridas ambiciones. Pero el fútbol, es lo que se vio en Berlin el sábado.