No terminaron de bajarse del avión cuando lo primero que hicieron autoridades de la Federación de Honduras fue despojar de su indumentaria oficial a los jugadores Sub-20.
Esto sucedió en el arribo de la selección juvenil hondureña a Tegucigalpa luego de su fracaso en el Mundial Sub20 donde ganaron a Uzbekistán, pero cayeron goleados ante Fiji y Alemania.
La plantilla llegó vestida con sus uniformes de concentración, pero inmediatamente miembros de Fenafuth solicitaron quitársela y los jugadores tuvieron que ir a los baños del aeropuerto en un acto penoso.