Jamsal, la huella de un triunfador

Tras la universidad en España, la pasión por el automovilismo había aflorado en él y en su hermano Juan Andrés.  

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Enrique Molins, adoptó el nombre de "Jamsal" para evitar que su padre supiera que corría autos.

/ Foto Por edhdep

Por Rafael Cárcamo | @Rafinha

2015-06-10 5:49:00

Durante 34 largos años Enrique Molins Rubio (JAMSAL),  paseó su tremenda capacidad al volante por las pistas de El Salvador, de España, Francia, Estados Unidos, Canadá, México  y toda Centroamérica y cuyo espiritu competitivo lo llevó a convertirse con el paso de los años en el referente más importante del automovilismo nacional.

Es innumerable la cantidad de trofeos que ganó a lo largo de su carrera. Ahora  están ahí como adornos en su oficina, como fiel testimonio de que siempre entró a la pista con la determinación incuestionable de ganar y así fue un invitado frecuente en los podios.

“A los diez años fui enviado por mi padre por primera vez a España junto a mi hermano Juan Andrés, allá nos esperaba mi madre y tardamos como día y medio en llegar, pues eran aviones más lentos y recuerdo que los motores hacían mucho ruido y además, hacían varias escalas, creo que eso influía en que en esos años la gente no viajara desde Europa con mucha frecuencia”, recordó  Molins, a manera de anécdota.

Estando en Barcelona, Molins o Jamsal, como más les guste, complementó la primaria, el  plan básico, su bachillerato y luego coronaría  sus estudios universitarios, recuerda que ya para entonces la pasión por el automovilismo había aflorado en él y en su hermano.  

“La idea de competir en automovilismo surgió en mi hermano Juan Andrés y no le costó persuadirme porque a mi desde pequeño me gusó la competencia y siempre lo hice con la intención de ganar, en ese entonces no tenía un deporte definido, lo hacía con lo que me aparecía en el momento y así nos embarcamos en la aventura del automovilismo”, recordó. 

Asegura que su hermano encontró en este deporte una inspiración y de inmediato el era el piloto y yo me convertí en el copiloto y así entramos en el mundo del automovilismo y comenzamos a competir en cuanta competencia había en España.

“Lamentablemente mi hermano que era un año y medio mayor que yo, falleció trágicamente en una carrera realizada en Alemania, cuando esto sucedió yo estaba de visita en El Salvador  había venido para recaudar fondos con algunos patrocionadores entre estos la BMW porque nosotros representábamos esta m arca en el país, entonces el muere y me toca a mi seguir con lo que habíamos iniciado”, cuenta.

A partir del fallecimiento de su hermano, Molins, tuvo que asumir un nuevo rol y fue el tomar la responsabilidad de piloto, algo que tomó con valentía y sin pensar en los riesgos que ello implicaba.

“Tras la muerte trágica de mi hermano, yo no sentí temor alguno en seguir compitiendo, quizás porque ya estábamos muy conscientes de los riesgos que enfrentábamos en cada competencia y ya con la adrenalina al máximo no pensábamos en que podías morir, o quizás porque éramos jóvenes y creíamos que eso no  nos podía pasar a nosotros”, comentó.

La primera carrera en la que compitió ya solo en España la ganó y la última que realizó en noviembre de 1994 en El Salvador también la ganó, lo cual habla de su alto espíritu competitivo, algo que asegura ya traía de nacimiento.

Recordó en especial la primera carrera en que compitió en Estados Unidos (las 12 horas de Sibrin), acá prácticamente ningún salvadoreño había competido nunca. Tuvo entonces que definir sí competiría sin mayores aspiraciones más que presumir o fisiquiar, si lo hacía sobre esta base no pasaba nada, pero si quería ganar ya eran palabras mayores y desde luego él, lo hizo para ganar.

TRIUNFADOR DE NACIMIENTO

En retrospectiva, Molins, recordó que el habito de ganar es algo con lo que él ya nació, pues desde que desde niño competía en el colegio siempre lo hizo con el objetivo de ganar, no solo por participar. “El pensar siempre en ganar es algo que yo cultivé desde niño y lo mantuve hasta que me retiré como deportista activo, por ello cuando estuve al frente de INDES le imprimí ese sello a mi gestión”, dice.

Finalizada su estancia en Barcelona, España y retornar a El Salvador para trabajar en las empresas de la familia en 1964, él comenzó a competir aquí, pero le llamó la atención el que en ese entonces se corría en los Planes de Renderos y en el sector de Ciudad Merliot con escasas condiciones de seguridad, de hecho se habían registrado algunos accidentes en los que ya había fallecido más de alguna persona. 

“Tras volver al país, yo acá era prácticamente un desconocido , la categoría en la que yo competía era dominada por el ahora pastor Edgar López Bertrand “Toby”, a quien desplazé desde la primera carrera que hice acá, pero me llamó la atención que las medidas de seguridad eran muy vulnerables, hasta que en 1968 lanzé la idea de fundar Automóvil Club de El Salvador (ACES) y en 1979 hice lo mismo con el Autódromo El Jabalí y de ambos según los estatutos soy socio honorario”, comentó.

Ya para esta nueva etapa del automovilismo en El Jabalí, Molins, coincidió con otros corredores como Elías Hasbún, Guayo Meléndez, Hermano Toby, Fomfor, Eduardo Cáder, Miguel Menéndez (Mecafé), 

“Pero ya aún residiendo en El Salvador, y como yo me casé con una mujer española y como me gusta tanto Barcelona y España, país que conozco de norte a sur y del este al oeste, mis  vacaciones siempre estaban planeadas de acuerdo a las  carreras que había allá, y por es arazón yo terminaba quedándome hasta dos mes es más en España y para ese entonces, como nosotros éramos representantes exclusivos de esta marca en El Salavdor, la BMW me preparaba un carro solo para competir y al final yo me lo terminaba trayendo para acá, lo mismo sucedió tiempo después con Alfa Romeo cuando nos convertimos en representantes exclusivos, pero mucho antes también habíamos tenido la Renault”, recordó.

Cuenta que correr en El Salvador no le fue fácil, pues su padre, a raíz de la muerte de su hermano en Alemania, se oponía a que él siguiera en este deporte lo cual les generó varios y fuertes roces . Por esta razón durante sus primera Carreras Molins, competía en las carreras y las ganaba, pero no se presentaba al podio porque a través de los medios de comunicación su padre se daría cuenta y eso le significaría una segura confrontación con su progenitor.

“Con el paso del tiempo tuve que adoptar un seudónimo (Jamsal), para poder correr con mayor tranquilidad, pero fue imposible que mi papá no se diera cuenta y si bien nunca llegó a aceptarlo como tal, se terminó acostumbrando”, dice.

Su triunfos los consiguió compitiendo en las categorías Turismo en una primera fase y posteriormente en la categoría GT que era prácticamente una categoría libre, donde competían los mejores pilotos. Las marcas de auto que durante su trayectoria manejó Molins son:  Renault (1960), BMW 700 S Martini (1962, Abarth 1,000 Bialfero (1964), BMW Alpins (1965), Alfa Romeo Zegato, Porsche Turbo Twin y Turbo, Ford Mustang Roush (1994).

EL ADIÓS DE JAMSAL 

El calendario marcaba el verano de 1994 cuando Jamsal protagonizó la última carrera de su vida, pues ya con  la debida antelación había anunciado su retiro y se dio como siempre en el Autódromo El Jabalí, el escenario por excelencia del automovilismo en el país.  

“Cuando la bandera a cuadros del Gran Premio Shel Super Plus caiga mañana, el mejor piloto de El Salvador que corrió en el misterio para emular a su hermano y no contrariar a su padre, dirá el adiós a las pistas”, se recoge en una de las notas previas que los períodicos nacionales publicaron ese día. 

“Toda una trayectoria triunfal que será recordada por los amantes del automovilism, termian mañana cuando Jamsal realice su última carrera de manera oficial en El Jabalí. Es el adiós de un gran deportista, que siempre supo  poner en alto el nombre de El Salvador”, reza otra de las notas publicadas el día previo a su última carrera. 

“Llegó un momento en que había logrado practicamente todo en el automovilismo, había ganado importantes carreras en España y Francia, quedé cuarto lugar en las 24 horas de Daytona, lo mismo en Canadá, a nivel nacional y de Centroamérica lo había ganado todo y ya no era un piloto tan joven, así que consideré que era el momento del retiro y así lo hice”, comentó. 

-PALMARÉS EN BREVE 
 Enrique Molins Rubio, nació en la Colonia Mugdan de San Salvador. Destacado piloto nacional que corrió bajo el seudónimo de “Jamsal”, comenzó su trayectoria en las pistas de España, donde junto a  su hermano mayor Juan Andrés Molins se empaparon del automovilismo. Tras la muerte de su hermano en Alemania, heredó la pasión por este deporte y al final se mantuvo en las pistas por 34 años.

Ingeniero textil, de profesión, es casado con la catalana Tony Escoda de Molins con quien procreó a sus hijas Tatiana, Carolina y Andrea Molins.

La carrera más importante: Destaca Las “6 horas de El Salvador” realizada en El Jabalí en 1984, carrera puntuable para campeonato mundial de la FIA que ganó Bill Wittington (USA)y se coronó campeón, pero Jamsal fue el más rápido.