Cuando el central Elmer Bonilla pitó el final del encuentro de vuelta del ascenso, los jugadores del Real Destroyer saltaron del banquillo para abrazar a sus compañeros en el campo. Se habían convertido en los nuevos inquilinos de Primera. El deleite único que da convertirse en el benjamín lo vivieron al máximo los porteños.
Su técnico, Jorge Ábrego, aceptó que fue un partido complicado, en el que Guadalupano estuvo muy cerca de arrebatarles el sueño y extender el partido. Sin embargo, tanto el DT como sus pupilos dejaron eso atrás y escribieron su nueva historia.
“Ahora somos de Primera, logramos el ascenso, somos campeones. Este grupo lo merecía, después de que todos decían de que esa ventaja (3-0) ya nos tenía con un pie arriba, pero no fue así y Guadalupano nos complicó con ese 0-2, pero ya pasó y solo vamos a celebrar”, manifestó Ábrego, quien externó su felicidad por lograr el “segundo ascenso” en su carrera, después del que consiguió con Juventud Independiente en 2008.
“(La ventaja de la ida) sabíamos que nos ayudó, la cancha Chilama es un fortín para nosotros y lo demostramos ahora al salir a jugar contra todo, con el arbitraje, nadie nos daba como favoritos y ahora lo repito somos de Primera”, añadió el timonel, quien aceptó que tiene ofertas de equipos de Primera, pero espera ver qué le depara el futuro con Destroyer.
Por su parte, el zaguero Raúl González, con mucha emoción, subrayó la “satisfacción que da lograr un ascenso, no todos los logran, y este equipo lo peleó, contra muchos problemas, pero ahora estamos en Primera”.
Sobre el juego, su compañero Rosemberg Cuevas mencionó que el equipo “perdió el medio campo, hubo errores, ellos anotaron dos, pero supimos controlarlo y lo sacamos adelante, y felicitar a Guadalupano por ser un gran rival”.
Mientras Fran Medrano, quien llegó al equipo en su peor momento y estuvo al frente de él en el cuerpo técnico en una etapa dura para Destroyer, dijo: “El equipo cumplió, logró el ascenso, ahora le queda a la directiva planificar lo que venga. (…) Logramos algo grande para el Puerto de La Libertad, para la gente y para los que nos sacaron adelante como la familia Murillo”.
Por parte de los de Nueva Guadalupe, el técnico Omar Sevilla expresó: “Lamentablemente, no nos ajustó. Hicimos el 2-0, pero terminamos contentos con el equipo, se hicieron grandes cosas en una ciudad pequeña y de gran corazón. El segundo torneo no nos reforzamos, pero aún así el equipo luchó y dejaron todo dentro del terreno de juego”.
Mientras el capitán Eliseo Salamanca se sinceró en que tuvieron “para poder anotar más goles, pero no se pudo, el grupo jugó bien, y hay que darle los méritos a ellos y felicitarlos, porque subieron a Primera”.