El tema del narcotrafico es vuelto a ser asociado con el fútbol. Y esta vez no un partido cualquiera, sino una serie de amistosos o juegos de presentación de la máxima figura argentina y del Barcelona, Lionel Messi.
Hubo partidos benéficos de Lionel Messi y otros jugadores del Barcelona en 2013 que fueron utilizados para blanquear dinero de uno de los principales cárteles del narcotráfico mexicano, el de Los Valencia. Así lo asegura a la Agencia Antidrogas (DEA) estadounidense un testigo protegido, preso en EE.UU. y dispuesto a colaborar.
Esta afirmaciones las publicó el diario español El Mundo, que ha dado largo seguimiento desde que se desató este polémico caso.
Según ese periódico, la DEA, tan famosa a costa de las películas de Hollywood, sigue rastreando el dinero negro que pudo moverse en los encuentros de fútbol denominados comercialmente Messi & Friends (Amigos de Messi en castellano) que tuvieron lugar en distintos países latinoamericanos en 2012 y 2013, en una causa cuya rama española se investiga en un juzgado madrileño, el 51 de Instrucción de los de la capital.
La última novedad de las pesquisas que llevan a cabo los agentes de EEUU es, según ha podido saber este periódico, que un testigo protegido ha corroborado las sospechas e indicios recopilados por los agentes.
Los partidos fueron organizados por la Fundación Leo Messi, dirigida en ese momento por Jorge Messi, padre del futbolista argentino del Fútbol Club Barcelona, pero no ha trascendido si, para las autoridades antidroga estadounidenses, el propio futbolista y su entorno habrían tenido conocimiento de las presuntas conexiones de estos partidos con el narcotráfico.
Desde el entorno de Messi, consultado por El Mundo, prefirieron no hacer comentarios, ya que, afirmaron, «todo lo que había que decir se dijo hace tiempo y se demostró que la Fundación Messi no tenía nada que ver con este asunto».