Carlos Arias, el obrero de ??guila

Fue el jugador con la mayor valoración y el que más puntos anotó de su equipo en la final. Con él platicamos tras conquistar el título de la LMB

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Carlos Arias (izquierda), junto a sus compañeros, tras conquistar el título de la LMB. 

/ Foto Por Miguel Villalta

Por César Najarro

2015-06-28 1:13:00

Carlos Arias siempre ha sido un jugador más defensivo. Tomaba pocos tiros de campo y su trabajo se veía poco en la cancha, rebotes, poner el cuerpo, bloqueos, ir al choque, hacer pantallas para los más efectivos.

Pero en los últimos meses, tanto en selección pero sobre todo en Águila, ha ido ganando protagonismo también en la ofensiva.

Arias fue el jugador con más puntos por el campeón de la Liga Mayor de Baloncesto en la final, con 24 puntos, y el que tuvo la mayor valoración (31, bajo un sistema que mide todos los aspectos del juego en el que participa, como rebotes, asistencias, pérdidas de balón, bloqueos, tiros fallados, etc.)

Su talón de aquiles sigue siendo el tiro libre, que en temporada regular mejoró considerablemente, pero en este último encuentro le falló el pulso desde la línea de castigo. Anotó apenas seis puntos de 21 ocasiones que fue a la lína. Fue, por mucho, el jugador más agredido no solo de su equipo sino del partido. Como comparación, el centro de El Rápido fue a la línea en 13 ocasiones, y Manuel Guevara, el más habilidoso del cuadro rival, en diez.

Tuvo en sus manos el triunfo en los últimos segundos del encuentro, pero erró los tiros libres con 18 segundos por jugares. 

Recibió una tremenda falta de Guevara sobre la cara, pero ni se inmutó. Tras recuperarse en el suelo del golpe, le tendió la mano al panameño cuando este llegó a disculparse. 

Tuvo que sufrir, y lloró al final del encuentro abrazado con sus hermanos. Terminó con un doble doble (el único de su equipo) de 15 tabls y 24 puntos (9 de 13 canastas). Además, perdió cinco balones, robó dos y bloqueó cuatro disparos. Acá, sus palabras. 

Final más que sufrida, muy física. ¿Dónde estuvo la clave para no perder la fe y lograr la remontada?
Fue ese sentimiento de haber trabajado toda esta temporada, llevarla casi invictos y sentir que íbamos a perder este campeonato. Hablamos al medio tiempo, nos motivamos. Y fue un trabajo en equipo, todos pusimos nuestro granito de arena. Prometimos esta victoria para la afición y a todos, y gracias a Dios se dio el resultado.

Fue una batalla muy dura, con mucho juego subterráneo. ¿Cómo viste el trabajo de los árbitros?
Ese es otro tema, el trabajo de los árbitros lo respeto siempre. Ellos tienen su participación en el juego. Sin embargo, nosotros no nos caímos, trabajamos con o sin los árbitros, no nos importó.

¿Cuál fue la estrategia sobre el final?
Nos fuimos levantando poco a poco. Fue una estrategia de ir sacando poco a poco a los que nos estaban haciendo daño, los hombres grandes. Lo trabajamos, lo conseguimos gracias a Dios.

Tú te tuviste que cuidar mucho también por ese tema de las faltas. Llevabas tres al descanso y sumaste la cuarta en el tercer cuarto. Jugaste el último al borde…
De hecho, creo que también fue estrategia de ellos quererme sacar del juego, golpeándome, tratando de sacarme del juego mentalmente. Tuve que mantenerme con cuatro faltas, me tuve que cuidar, pero de eso se trata por sacar una victoria, y eso fue lo que hicimos en el segundo tiempo, jugar inteligente.

¿Qué le deja esta primera Liga Mayor de Baloncesto al deporte?
Esperanza. Hubo un tiempo que del basketball no se sabía nada, la gente vino a apoyar, lo gritó, lo sintieron, nosotros que estábamos en la cancha, se metieron con nosotros, creo que ese sentimiento va a hacer que la gente crea más en el basket y que vengan a apoyar más. Creo que el baloncesto va a seguir creciendo. Ese es el punto, poder revivir este deporte que es tan lindo.

Especial para tí vivir esta final con toda tu familia
Sí, vino mi hermano de Argentina (Alejandro, quien como Carlos ha formado parte de la Selección), toda mi familia, qué mejor emoción poderlo compartir con todos, que estuvieron apoyándome en cada uno de los juegos. Siempre teniendo su apoyo, es una bendición.

Fuiste el máximo anotador de tu equipo, ¿cómo te sientes con ello?
Fue un trabajo en equipo, me siento bien por haber podido aportar ese grano de arena, mi trabajo no es siempre sacar los partidos, soy un obrero en la cancha, y lo que hago es trabajar y trabajar para sacar los resultados.