¿Será que nos van a cumplir?

El deporte espera que las promesas hechas en la campaña,pasen de eso y que se cumplan; ¡cómo necesitamos de un deporte para todos!

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El alcalde electo de San Miguel, Miguel Pereira, prometió reconstruir el estadio Juan Francisco Barraza.

/ Foto Por Twitter

Por Manuel Cañadas | Twitter: @Memecanadas

2015-03-03 7:42:00

Ya tenemos nuevas autoridades municipales y legislativas. Un suceso que muchos salvadoreños vemos con esperanzas y otros con escepticismo. Quienes estamos es esto del deporte creemos que el fomento y difusión de las actividades del músculo deben tener prioridad en los planes de trabajo de quienes llegan y, esperamos que se cumplan las promesas realizadas y no se queden en el puro ofrecimiento.

Es que cualquier actividad deportiva, cuanto sea más masiva es mejor y derivará en una herramienta de las autoridades para combatir tantos flagelos que nos tiene postrados como sociedad. De manera que una de las primeras obligaciones de un estado activo en colaboración y complementación con los sectores público y privado es elaborar un modelo deportivo incluyente para todos, desde el deporte escolar, el aficionado, de alto rendimiento y el recreativo; que determine los modos de realizar la formación deportiva de base, el descubrimiento de talentos, la formación de recursos humanos que van desde dirigentes, técnicos, árbitros, jueces, psicólogos y voluntarios entre otros.

El estado debe estar a la altura de los tiempos y las exigencias del deporte actual con todos sus cambios, estar en concordancia con las políticas generales e ir adaptándose a los cambios que se van produciendo. Deben ser eficientes, democráticos, cumplir con planificaciones, evolucionar, adaptarse, pero al mismo tiempos ser participativos en sus estructuras, trabajar de manera interdisciplinaria con profesionales involucrados en la generación de políticas públicas e incluir en sus cuerpos orgánicos de manera igualitaria a toda la comunidad a la cual representan con el fin de mejorar los niveles de calidad de vida de las personas.

Por eso es es necesario decir que el movimiento deportivo se encuentra relegado en los planes del gobierno. Y eso que el movimiento del músculo ofrece circunstancias propicias para reforzar las características culturales de cada pueblo. Así se ayuda a construir una identidad nacional y un estilo propio en cada lugar, pues los éxitos deportivos se van transmitiendo de generación en generación y esto es compartido por todos desde adultos, jóvenes y niños. Ahora tenemos muy poco o casi nada de eso. En un pasado reciente tuvimos un auge en que nuestros atletas fueron apoyados y se cubrieron muchas necesidades de infraestructura, luego llegó un periodo en que los deportes dejaron de ser tan importantes y se le dio paso a la masificación más como una demagogia o una forma de evadir el alto rendimiento.

Es necesario que las nuevas autoridades municipales y legislativas lleguen con la idea de fomentar y difundir las disciplinas deportivas en todos los niveles de la enseñanza sin que venga teñida con tintes políticos, que los escenarios cumplan con su genuino destino deportivo y que funcione la Ley del Deporte. Que se vea además al fútbol como una actividad que se debe manejar de manera seria con instalaciones adecuadas y con dirigentes de reconocida capacidad y autoridad moral.

Además el INDES no debería ser una institución desposeída pues de ahí depende la posibilidad de dotar de deportes y educación fisica a escuelas y comunidades. Hay que aclarar que en la vida nacional hay prioridades, pero las nuevas autoridades deben cumplir con lo que han ofrecido en sus campañas. Por eso estas líneas, para recordar que una nación tiene su profundidad en las ciencias, su respeto en las artes y su fortaleza en las deportes.Tradicionalmente en nuestros círculos políticos se ha tenido la idea de que ese movimiento es a los sumo un aperitivo secundario.

Y aunque los políticos lo saben debemos recordarle que todo esfuerzo que se haga en ese sentido, a la postre se volcará en beneficio de toda la sociedad. El hecho de que una cancha cueste menos que una cárcel, coloca al deporte en la categoría de un seguro social tan urgente y necesario como la salud y las comunicaciones. Ojalá y que los ofrecimientos no hayan sido solamente como caballito de batalla en sus campañas.