El reconocimiento, el entusiasmo y el gozo en lo que hacemos

Cuando hacemos algo, esperábamos más que un "like", un post en el muro, mensaje o email, un diploma, una celebración...

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Por Por Rodrigo Pino / @ActitudRunner / actitudrunner@gmail.com

2015-03-11 11:36:00

Cuantas veces nuestro esfuerzo ha sido evidente y ahora tan público con las redes sociales. Días de entrenamientos, de levantarse temprano, lesiones, dietas y al final nadie, o no los suficientes, nos lo reconocen.

Esperábamos más que un “like”, un post en el muro, mensaje o email, un diploma, una celebración; o incluso, una nominación al muro de la fama. Nada de eso será bastante si todo nuestro esfuerzo es depositado en el reconocimiento de los otros y no en el gozo de hacer las cosas.

Lo que hacemos debe derivarse del gozo y el entusiasmo, fuera de eso,  todo estará motivado por el ego y el estrés que van de la mano. El estrés es tóxico y el ego lo alimenta esforzándose a satisfacer su deseo. El ego rompe el equilibrio y disminuye nuestro esfuerzo.

Si hemos logrado algo en la vida ¿porqué tiene que ocurrir algo más para poder ser felices? Esa insatisfacción de reconocimiento que el ego necesita, nos sumerge en una infelicidad profunda, un sentimiento de resentimiento muy presente en cada pensamiento, acción y palabra y que crece día con día. Nos ciega y nos vuelve prejuiciosos.

El ego nos vuelve exigentes y nos hace creer que los que nos rodean no nos dan lo que merecemos o necesitamos. Nos hace ver como estrellas deportivas, que merecemos reconocimiento.

El reconocimiento no premia el esfuerzo, sino el gozo, resultado de nuestro entusiasmo a donde no hay ganadores ni perdedores. El entusiasmo no desea nada, pero tampoco carece de nada. Confiere y llena la vida de otros. Seamos fuentes de inspiración, aceptemos y disfrutemos lo que hacemos, esto nos dará felicidad y gozo.