Hay muchos runners que ni el agua los detiene. Si eres uno de ellos, presta atención a un par de consejos para practicarlo sin riesgos:
Evita el exceso de ropa:
A la hora de correr bajo la lluvia no se debe cargar con mucha ropa. El uso excesivo de remeras y buzos sólo hará que te sientas pesado y molesto en tu entrenamiento. Lo ideal es utilizar alguna campera liviana de algún material impermeable que evite el traspaso del agua.
Utiliza gorra:
Junto con el rompevientos o campera, el uso de gorra es muy útil. Un accesorio así puede ayudarte a mantener una mejor visibilidad del terreno, manteniendo parte de tu cara seca.
Ser visible:
Es de suma importancia utilizar indumentaria que tenga elementos o colores fluorescentes. Los días de lluvia la visibilidad es reducida, y por motivos de seguridad, contar con elementos reflectantes puede ser una buena manera de hacerse ver.
Cuidado con el terreno:
La lluvia puede generar charcos los cuales se ocultan posibles desniveles en el terreno. Es importante tener suma precaución para poder evitar posibles lesiones.
Hidratación:
A pesar de correr en un ambiente húmedo y frío, el cuerpo continúa produciendo transpiración. Es importante continuar consumiendo líquidos a pesar de no sentir la necesidad.
Por último, al finalizar tu corrida, es recomendable tomar una ducha rápidamente y secar toda la ropa, sobre todo el calzado.