El equipo austriaco, Red Bull, tetracampeón de la máxima categoría del automovilismo mundial ha amenazado con abandonar el Mundial de Fórmula 1 porque considera que la legislación actual que rige el campeonato “matará este deporte”.
El equipo austriaco para el que conduce Daniel Ricciardono, atravesó un fin de semana complicado en el primer Gran Premio de 2015, disputado en Australia, en el que el piloto no pudo pasar de la sexta posición tras ver cómo su compañero Daniil Kvyat tenía que retirarse de la prueba por problemas en su coche antes de la salida.
Christian Horner, jefe del equipo, declaró tras la carrera que los jefes de la Fórmula 1 deben intervenir para igualar el rendimiento de los diferentes motores. Por su parte, Marko afirmó que el propietario de Red Bull, Dietrich Mateschitz, podría estar perdiendo interés en este deporte. Al final de la temporada dicen que tomarán una decisión tras evaluar inversión y retorno sobre las pistas.
Hamilton les sugiere mejores pilotos
En tanto el campeón mundial, el británico Lewis Hamilton aconsejó a Red Bull que contrate a gente mejor después de que la escudería energética se quejara del dominio de Mercedes tras el primer Gran Premio de Fórmula 1 de la temporada.
“La gente está triste cuando no gana. Es interesante ver algunos de esos comentarios”, dijo el piloto de Mercedes en una entrevista en el programa Daily Edition de la televisión australiana.
“Supongo que tiene que contratar a gente mejor”, opinó sobre cómo podría Red Bull resolver sus actuales problemas.
Hamilton, campeón del mundo en 2014, ganó el domingo el Gran Premio de Australia por delante de su compañero de equipo, el alemán Nico Rosberg. Los Mercedes dominaron la carrera de principio a fin.
La enorme diferencia de las ‘flechas de plata’ respecto a los otros equipos fue criticada por Red Bull. “Temo que el interés caerá”, profetizó el domingo el jefe de Red Bull, Christian Horner.
Sin embargo, Hamilton recordó que él no se quejó cuando Red Bull ganó cuatro títulos mundiales consecutivos, entre 2010 y 2013, de la mano del alemán Sebastian Vettel.