El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9 sacudió el noreste de Japón, lo que provocó un tsunami que alcanzó una altura de hasta 40,5 metros y viajó hasta 10 km tierra adentro.
Después del gran terremoto, el 80 % de la energía eléctrica en las zonas afectadas sucumbió, fue restaurada a los tres días. Durante ese tiempo, la batería de un Nissan LEAF permitió proporcionar luz, mantuvo funcionando algunos teléfonos celulares y la radio. Restaurar el suministro de agua, gas y gasolina tomaría mucho más tiempo.
Después de la crisis en Sendai, se pusieron a disposición las 65 baterías LEAF probadas tras el desastre. Llevaron ayuda a los refugios en Miyagi, trajeron bienes a los puntos de distribución en Iwate y se desplegaron como vehículos de