Vive para la natación, se la pasa enseñando los secretos del deporte húmedo y conmueve al relatar una vida intensa en el agua.Y la cuenta con una sonrisa, su mirada brillante, con los gestos, con las manos, en tanto subraya su historia, sin dejar de escrutar a sus alumnos que chapotean en la piscina del Liceo Salvadoreño, donde le han dado albergue desde hace un cuarto de siglo, provocando su respeto, admiración y agradecimiento para la comunidad marista.
A los cuatro años ya sabía nadar y a los siete competía en el Círculo Deportivo Estudiantil de su natal San Miguel. Lo del profesor Jaime Ayala con el alto rendimiento llegó pronto; era un pura sangre del deporte acuático Y en aquel lugar fue invencible hasta que ya no le quedaron rivales.
Al mismo tiempo su afán de servir a la comunidad lo llevó a ser miembro fundador del Cuerpo de Guardavidas de la Cruz Roja migueleña donde participó en el Paso del Hombre en numerosas ocasiones.
De tanto en tanto venía a competir a San Salvador y así acumuló medallas y honores. Pero lo de él era la enseñanza y se solazaba cada vez que uno de sus alumnos sabía desplazarse en el agua y ganaba competencias. El 1 de enero de 1980 emprendió el viaje hacia la capital, un año antes había sido beneficiado con una beca en el Centro de Capacitación de las Américas en México donde conoció a grandes figuras del olimpismo mundial como el recordado Mario Vásquez Raña y el medallista olímpico Felipe Tibio Muñoz.
A su regreso vio con entusiasmo que los dirigente del club de natación SAN le había seguido la pista, al constatar su pasión por la enseñanza lo contrataron y durante varios años la piscina del Hotel Presidente fue su segunda casa. En julio de 1982 tomó una decision que sería determinante en su vida, fundó el Club Tiburones donde le dio rienda suelta a su vocación de maestro e impulsó a tantas estrellas de nuestra natación como la sin par María José Marenco, Silvia Portillo, Jacinto Castellanos y su hija Lorena María Ayala entre otras.
Sonriente y bronceado para siempre el profesor Ayala rememora una de los hitos de su vida, cuando fue el primer salvadoreño en sacar un diplomado de alto rendimiento en la Univesidad de Leipzing, en Alemania, junto a compañeros de diversas latitudes del orbe. Recién caía el Muro de Berlín y en aquella Babel también tuvo la oportunidad de recibir un curso para optar a ser juez internacional de la Federación Internacional de Natación el cual fue impartido por el árbitro jefe doctor Fdo. Sickjora.
En la actualidad, a menudo su trabajo le exige comenzar su jornada a las cinco de la mañana, sale para el CODEM o la Escuela Militar para sus clases matutinas, almuerza y a las dos de la tarde religiosamente se instala en la piscina del Liceo Salvadoreño donde los esperan alumnos ávidos por aprender los secretos de la natación y otros por mejorar su estilo.
“Esto exige pasión y sacrificio, además de los conocimientos propios de la actividad, la paciencia y firmeza necesaria para conseguir nuestros objetivos. Muchos niños incluyendo mayores, viene por aprender, otros por terapia, y hay algunos que tienen aptitudes relevantes para la competencia y los impulsamos”, expresa.
Su carácter docente y de formación lo obligan de manera puntual a estudiar y estar al día de los nuevos cambios en la metodología del entrenamiento físico, técnico, táctico y además tener la certeza al aplicarlos. Además de ser un maestro muy reconocido, tiene las ideas claras, comunica y transmite sus conocimientos con naturalidad y firmeza, mostrando serenidad y tranquilidad en su labor de maestro.
“Entrenamos los días de piscina pero también se hacen entrenamientos especiales para los que compiten. La selección se hace con los que nadan mejor, los que no nadan tan bien pero que con nuestra ayuda han mejorado en los diferentes estilos y con los que se esfuerzan y tienen muchas ganas de competir. También les transmitimos a los padres, en el caso de los niños, que los profesores somos monitores y socorristas, entrenadores capacitados, por lo que sus hijos se encuentran en muy buenas manos”, expresa.
Nada le place más al profesor Ayala que ver nadando con soltura a sus alumnos, esos mismos que cuando llegaron se metían con timidez y hasta con miedo al agua. Esa es la obra cotidiana de este evangelista de la natación.
Las clases
De lunes a viernes de 2 – 3, 3 – 4, 4 – 5 y 5-6 de la tarde el profesor Jaime Ayala imparte sus clases en la piscina del Liceo Salvadoreño. El sábado la jornada comienza de 8-10 y de 10-12. La cuota es de $25 dólares mensuales y la matrícula de $5. La enseñanza es para todo público; ambos sexos; para niños, jóvenes y adultos. Los niveles en que se imparten las clases son: principiantes, intermedios y avanzados y, hay todo un cuerpo de instructores especializados, coordinados por el prof. Jaime Ayala. Para mayor información a los teléfonos: 2225-3189; 7748-8201; 7883-4028