Seguiremos aplaudiendo

El sueño de Portugal se esfumó en la arena de la Costa del Sol, pero la entrega y el sacrificio de la Selecta Playera no hace sentir orgullosos

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La selección de playa de El Salvador posando previo al partido contra Estados Unidos.

/ Foto Por René Quintanilla

Por Manuel Cañadas | Twitter: @memecanadas

2015-04-05 6:00:00

Más allá de todo lo que pasaron, el largo claustro de la concentración, la entrega sin pausas, el sacrificio, las lesiones y el dolor de la derrota ante Costa Rica, se trata de una historia de valientes, contada por guerreros de nuestro deporte, portentosos. Allá en el estadio de la Costa del Sol, los guerreros de playa vieron esfumarse el sueño en la arena. 

Con lágrimas en los ojos, ante una afición agradecida que no los abandonó en ningún momentos con el cálido aliento hacia sus gladiadores que dejaron todo en la cancha. Pero no eran las lágimas del timorato que ha rehuído la lucha y descarga su frustración en una catársis húmeda, ni las del cobarde que cuando ve la leche derramada llora de impotencia. 

Fue el dolor de no darle a su afición el gusto de la clasificación. Ellos tuvieron un rendimiento heróico, casi sobrehumano que se estrelló contra un equipo que también rindió lo suyo, con un arquero en estado de gracia y con el santo de espaldas. Hicieron un buen partido ante Costa Rica, bien ubicados, entregándose en cada lance con acertado sentido de ubicación y como si eso fuera poco con una valentía a toda prueba aunque les pasara factura el poco acierto en los disparos al arco. “Alguna vez nos tenía que pasar, disculpas a todos, sabemos como era de importante para nosotros darle ese regalo a la afición”, resumió Frank Velásquez. 

“Solo queríamos darle el regalo a la afición, al pueblo salvadoreño, a nuestra gente que sufre tantas cosas. Estabamos empeñados, en hacerlos feliz por causa del fútbol de playa”, dijo Eliodoro Portillo.

“Si pienso en mi vida como jugador playero, este es el día más tristes”, expresó el Tin Ruiz. En realidad nuestros jugadores merecieron más, debutaron ante Belice con una goleada de 17 a 2, luego llegó el turno a Puerto Rico y le hicieron 7 a 0, para culminar la ronda eliminatoria ante Jamaica tras una remontada memorable de 7 a 4. Durante la primera parte estuvieron en desventaja de cuatro goles y supieron reponerse para llevarse la victoria.

En los cuartos de final derrotaron a las Bahamas 6 – 0 y se dispusieron a seguir su escalada ante Costa Rica. Pero la situación fue diferente y cayeron 1-2 en un partido que tuvo ribetes de accidente, ya que luego en el juego por el tercer lugar vencieron con relativa facilidad a los Estados Unidos que llegó como campeón. Hay que decir que los ticos se metieron en el fondo y organizaron la resistencia ante un equipo que buscaba su arco con aplomo, mostrando calidad, ordenando las jugadas pero lejos de la efectividad que venía desmostrando. Y los ticos que se aplican, que encuentran un gol de chilena pero Frank logra el empate. Posteriormente en una falta innecesaria los rivales encuentran la ventaja. 

La Selecta adelanta líneas, llega con posibilidades y el arquero rival que se crece, Costa Rica es premiada con el marcador pero acaso con mucha injusticia. Y la Selecta que ve esfumarse el sueño de asistir a Portugal. Pero nuestro guerreros deben entender que el deporte es así, que una derrota no es la carrera de un jugador ni de un equipo. Cuando pase el tiempo, esto va a ser anecdótico, como una mancha lejana.Y claro que nos van a seguir dando alegrías, el estadio de la Costa del Sol seguira siendo el teatro de sus victorias, nosotros los vamos seguir animando y vamos a tener que gritar más goles suyos.

A otros equipos les pasaron grandes desventuras y continuaron siendo grandes.Desde estas líneas queremos decirle que ganar y perder son solamente circunstancias del juego, que pudo pasarle a cualquiera. Un equipo no es mejor ni peor por perder un partido, un equipo busca llegar a su realizacíon a través de cada día de trabajo y de esfuerzo. 

Por eso es mejor, porque lucha, cae y se recupera, supera los malos momentos. Por nuestra parte nos quedamos con las lindas jugadas y los goles que nos regalaron, Y no ponemos punto final, porque los seguiremos aplaudiendo…