SAN SALVADOR. Aunque deportivamente vivían momentos desiguales, Alianza y Águila, el partido había generado mucha expectativa, que se terminó en una fiesta capitalina y fue aceptada por los emplumados con la frente en alto.
Aunque el estadio no se llenó, fue un buen marco de aficionados los que llegaron a este encuentro, que se vivió como una fiesta agradable.
Como es clásico en estos partidos, las medidas se seguridad que se toman son bastante especiales por la rivalidad que existe entre las dos aficiones. Pero siempre hay situaciones que se terminan lamentando.
Todo comenzó con el recibimiento que la “Barra Brava” le hizo al Alianza, con el uso de pólvora para generar un humo blanco y azul, artículos que son prohibidos por el Comité de Seguridad pero que de alguna forma se rebuscan los aficionados para hacerlos ingresar al estadio.
Otra de las situaciones fueron los conatos de bronca que pasaron durante el partido. Allí debió intervenir la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO).
Primero fueron algunos seguidores paquidermos quienes intentaron provocar a los migueleños, por lo que intervinieron los agentes policiales con el uso de gas lacrimógeno.
Por esto, la señora Carmen Reyes, de 44 años, tuvo complicaciones respiratorias y tuvo que ser trasladada a una clínica asistencial.
Posteriormente, los emplumados en protesta por algunas situaciones del partido, generaron algunos problemas. Y volvieron los miembros de la UMO a intervenir con el gas, pero esta vez sin mayores problemas.
Al finalizar el partido, los de Águila salieron primero. Luego lo hicieron los de Alianza, celebrando esta conquista. Sin generar ningún desorden, haciendo más agradable el ambiente de un partido que fue especial.