Real Madrid y Atlético de Madrid protagonizarán este miércoles un apasionante derbi trasladado a la Liga de Campeones, que será sinónimo de éxito para el vencedor y decepción para el perdedor.
El partido, además, estará marcado por las importantes bajas del equipo madridista y su impotencia tras siete partidos sin encontrar la fórmula de vencer al bloque rojiblanco que tiene ganas de revancha dela final perdida hace un año.
Siete encuentros sin ganar al eterno rival empujan a Carlo Ancelotti a vivir un juicio sobre su futuro marcado por la adversidad. Un castigo futbolístico por su falta de fe en las rotaciones, deja al técnico madridista sin tres titulares indiscutibles, Luka Modric, Karim Benzema y Gareth Bale, además, tampoco estará Marcelo, por suspensión.
Los jugadores que no han tenido la continuidad que ellos esperaban de Ancelotti, son los que ahora tienen en sus manos el futuro del italiano. La eliminación y un nuevo tropiezo frente a la ‘bestia negra’ de la temporada, convertiría en fracaso un año que quedaría en función de las opciones de arrebatar el título de Liga al Barça.
El Atlético visita al Santiago Bernabéu con convicción, una cualidad inalterable en su imparable crecimiento en los últimos tiempos, en los que ahora apunta a las semifinales de la Liga de Campeones por segundo año consecutivo, con el 0-0 de la ida como un resultado satisfactorio, aún más después del dominio del Real Madrid en el primer tiempo, para buscar la clasificación a domicilio.
Ahí, en un momento decisivo de la temporada, llega con diez encuentros seguidos sin derrota, una serie en la que solo recibió cuatro goles y mantuvo su portería a cero en siete duelos; una máxima para el choque de este miércoles, en el que el Atlético armará su equipo desde su fortaleza defensiva hacia un ataque potente.
Invicto en sus siete derbis de esta temporada y avalado por los números que indican que cinco de sus últimos seis resultados en el estadio blanco le conducirían adelante en el torneo.
El entrenador argentino Diego Simeone, apostará por casi todo su once tipo. Ya recupera a Mario Mandzukic, superadas unas molestias de tobillo, y se mantendrá Antoine Griezmann, el máximo goleador del conjunto rojiblanco, con 23 goles, seis de ellos en los cinco choques oficiales más recientes.
Juventus a sellar la eliminatoria
Mónaco y Juventus disputarán en el estadio Louis II la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, con los locales buscando dar la vuelta al 1-0 de la ida en Turín, y con los italianos confiados en su buen momento de forma para hacer buena su mínima ventaja.
El posible regreso del centrocampista francés Jérémy Toulalan, lesionado el pasado 10 de abril y ausente en los dos últimos partidos de su equipo, es la principal preocupación del equipo monegasco, que confía en recuperar efectivos para poder hacer frente a los italianos.
La ausencia por lesión de Lacina Traore la duda de Tiemoue Bakayoko son otras de las preocupaciones de un Mónaco que confía en el pase.
Juventus llega al principado en su momento más dulce, con el campeonato claramente en el bolsillo, sobre todo después del 2-0 al Lazio, y con el, no definitivo, pero tranquilizador 1-0 de la ida, y sobre todo con Arturo Vidal.
El argentino Roberto Pereyra será de nuevo el elegido para escoltar a las dos puntas sobre las que no hay sorpresas, pues serán el también argentino Carlos Tévez y el español Álvaro Morata. Con los cuatro defensores, se quedará en el banquillo Andrea Barzagli, como es habitual cuando se elige este esquema para dejar espacio a Stephan Lichtsteiner por la derecha, a Evra por la izquierda y los inamovibles Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini.
Más dudas hay en el centro del campo donde Allegri podría sacrificar a Andrea Pirlo y entonces adelantar a Barzagli para crear una mayor barrera si fuese necesario.