Caras largas y hasta algunas lágrimas, los jugadores emplumados dejaron el estadio Barraza. La frustración era grande, después de perder contra Dragón. Muchos jugadores evitaron hablar con la prensa, mientras otros discutían con los jugadores rivales y hasta con los aficionados, que les recriminaban esta nueva derrota.
Por su parte, el técnico Julio Dely Valdés mostraba mucha desilusión, porque además de perder, el equipo no mostró nada: “No creamos ninguna ocasión a gol y eso es lamentable”, expresó el DT.
Sobre el penal que les sancionaron en contra, el entrenador detalló: “Fue un partido cerrado. Con pocas ocasiones de gol para cada equipo. Ese penalti… A veces tenemos que saber interpretar el reglamento, porque la pelota va a la mano, no siempre es penal. Se tiene que saber medir la distancia que está la mano del balón y si la pelota va a la mano o la mano a la pelota. Así que si yo aplico el reglamento, no hay penalti, porque el balón va a la mano”, dijo.
Sin buscar mayores excusas, el entrenador dio méritos al rival y lo felicitó por el trabajo realizado: “Hay que darle méritos al rival, porque se defendieron bien. Con mucha gente atrás. Utilizaban líneas de tres, pero se defendían con cinco atrás y nos complicaron más”.
El mayor de los Dely Valdés fue sincero en ver que Águila “ya no tiene posibilidades reales”, aunque matemáticamente todavía tienen una esperanza leve. Sin embargo, en el último partido ante Alianza, este domingo, trataran de salir con una buena imagen.
El DT Julio Dely Valdés sigue sin encontrar explicación a la mala segunda vuelta que realizó Águila, que los tienen en esta lamentable posición: “Es inexplicable. No encontramos respuestas a eso. Pueden preguntarles a todos, porque hemos hecho un buen trabajo. Pero vamos a caer siempre a los mismo, porque los resultados son los que mandan”, al mismo tiempo que detalló: “Si no se clasifica a semifinales, pues esto se califica como un fracaso”.
El tema de su continuidad con los emplumados, lo deja en manos de la directiva. Aunque no esconde su desilusión, por la forma en la que ha terminado esta experiencia en el fútbol salvadoreño.