¿Qué pasó con Fernando Márquez?

Brasileño que militó en Tiburones y El Roble, además de reforzar al ??guila. Ahora entrena a niños y forma parte de un grupo musical en El Salvador

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San Salvador.- 03-07-2015. / Foto Por RE

Por Franklin Ponce | Twitter: @FP11EDH

2015-04-26 6:55:00

Al igual que mayoría de los brasileños, que transpiran fútbol, Fernando Márquez supo explotar las aptitudes para el balompié y conseguir algunos de sus mayores sueños como futbolista profesional, hasta el punto de cruzar fronteras y pasar por Centroamérica y El Salvador, donde se quedó para convertirse en un salvadoreño más.

Él mismo no titubea para reconocer que Dios le bendijo dándole un don  y ese fue el fútbol, mismo que lo llevo a destacar para  ser uno de los delanteros que más destacaron en el fútbol esta región, durante los 90.

Para lograr el éxito, Márquez tuvo su formación en diferentes clubes brasileños, sobre todo en su natal Sao Paulo, al grado de pasar a formar parte del Corinthians, donde tuvo un buen desempeño que despertó el interés de otros equipos fuera de su país. Fue así como pasó a jugar al Portoviejo, ecuatoriano. 

Sin embargo, el destino tenía trazados otros planes para el atacante, quien tras brillar en Ecuador llegó al fútbol centroamericano. 

Empezó en el Alajuelense, de Costa Rica; después pasó al Victoria, de Honduras, y posteriormente a Comunicaciones, de Guatemala, de donde daría el salto al balompié mexicano, donde no estuvo mucho, para luego regresar a Guatemala y militar con el  Suchitepéquez.

Al terminar la temporada con los “Venados del Suchi”, y aprovechando el parón liguero, Márquez fue invitado por Águila para que reforzara al equipo en una cuadrangular realizada en Estados Unidos, y en la que participaron otros equipos como Pumas y Real España, de México y Honduras respectivamente. 

Durante esa competencia, Márquez se lució al jugar con los emplumados, en cuyas filas, para esa temporada, militaban figuras como Omar Sevilla, Salvador Filho, Alcides Caballero y Luis Ramírez “Pelé” Zapata.

A pesar de haber logrado una buena experiencia, el brasileño se regresó a jugar a Guatemala, para volver con el Comunicaciones, donde también tuvo un pasó fugaz, pues posteriormente decidió llegar al fútbol cuscatleco, donde militó con el extinto Tiburones, de Sonsonate, donde compartió con Mario Elías Guevara y Rodrigo Osorio (Q.D.D.G.), con los que logró marcar una época con esta institución.

Tras su paso por el Tiburones, Márquez regresó al fútbol chapín un par de temporadas más. A inicios de la década pasada, el brasileño optó por volver a El Salvador, esta vez para juntarse con El Roble, de Segunda División, y con el que terminó retirándose.

Pese a haber jugando en varios países, sobre todo en Guatemala, Márquez dejo su corazón en El Salvador, donde no solo “colgó los tacos”, sino también de decidir continuar su vida acá. El brasileño ya tiene varios años de haberse retirado, aunque ese no ha sido motivo para olvidarse de ese don que Dios le dio a la hora de tocar el balón.

¿Qué hace?

Como todo amante del fútbol, el retiro solo se convierte en el final de un capítulo, pues es imposible alejarse del todo de este deporte, al que ahora le devuelve un poco de todo lo que el balón pie le brindó, como lo es la experiencia para trasmitirla a las nuevas generaciones.

Actualmente, Márquez trabaja en la Escuela de Fútbol Roberto Poma, donde se dedica a entrenar a los hijos de los empleados que se desempeñan en las diferentes empresas de la familia Poma.

El exjugador asegura que este proyecto también es parte de la visión social de la familia Poma, con la que ya tiene seis años de estar trabajando. 

“La escuela ayuda a que los niños mantengan su mente ocupada en cosas buenas, y así evitamos que se pierdan en malos pasos… Y si no sale futbolista, al menos será una buena persona”, comentó Márquez.

Previo a trabajar con la academia, Márquez creó su propia escuela de fútbol, pero fue víctima de la delincuencia, que le hurtó sus materiales de trabajó, por eso tuvo que dejar ese sueño.

Otras de las facetas que el exfutbolista, está en el baile, como parte de la Sonora Dinamita Salvadoreña: “Como brasileño tengo el baile en mi cuerpo y tengo la oportunidad de llevar entretenimiento a diferentes lugares de El Salvador”, explicó.