Admitir la superioridad del fútbol panameño sobre el nuestro, no seria nada más que un ejercicio de honestidad, de razón. Panamá hace más de diez años que dio pasos para dejar atrás al fútbol salvadoreño y colocarse entre los primeros tres de Centroamérica. Quedar a un par de minutos del repechaje para el último Mundial es suficiente certificado. Decir que hace seis años que la Selecta no le gana a su “Marea Roja” sería muy doloroso.
Panamá ha asistido a cuatro de los últimos seis mundiales juveniles. Hacerlo con tal frecuencia llega a convertirse en costumbre.
Panamá sin embargo no ha sido capaz de darle a una de sus glorias futbolísticas la posibilidad de seguir desarrollándose como entrenador. Para eso, Julio César Dely Valdés ha elegido El Salvador. Águila será el primer club que dirija el exentrenador de la Selección de Panamá en el exterior.
A un paso de conseguir la licencia UEFA-Pro de entrenador (el tercer y último nivel académico requerido para dirigir en Europa) Dely Valdés dirigió al Arabe Unido de su país. Un compromiso inmediato a la actividad tras sentarse en el banquillo panameño el día en el que Graham Zusi les rompió el corazón a él y a todos su país en octubre de 2013 al eliminarlos del Mundial.
Del calor migueleño ya le hablaron. Sabe que es como en Málaga, adonde terminó su carrera como jugador en Europa, pero más intenso. Para soportarlo llega con su hermano gemelo Jorge, quien se desvinculó del Tauro FC para tomar esta oportunidad. Ya en Águila dirigió sin mayor éxito otro seleccionador panameño, Gary Stempel. Los Dely Valdes, han asumido que en El Salvador pueden conseguir algo que no les da el medio panameño: fútbol. Dos personajes con recorrido profesional suficiente como jugadores que han encontrado que su siguiente paso como entrenadores es en El Salvador. Quizás desde afuera nos ven de otra manera que nosotros mismos no queremos reconocer.
Antes de tomar su vuelo hacia el Aeropuerto de Comalapa, Julio César me dijo que en El Salvador encuentran fútbol. Simple. Lo ven y nos ven, como una país futbolero que les permitirá crecer en su profesión. Antes de completar su proceso académico que les abrirá la puerta a otra ilusión, la de dirigir en Europa, apuntan elogiar al fútbol salvadoreño asumiendo el reto de entrenar al último subcampeón. No es nombre menor el que llega y su consideración es altísima.
Dely Valdés habla de la organización como una de las grandes virtudes. No se cuanto sabe de la realidad del fútbol nacional, pero mal no está creerse un poco lo que dice el nuevo DT emplumado. Ojalá tarden poco en confirmarse en el medio y se atrevan a decir lo que ven en poco tiempo.
Menos del tiempo que tardemos todos en encontrar las diferencias fisonómicas con su hermano. Ojalá y sea un paso seguro de parte de Águila y se consolide como un paso a imitar para el fútbol nacional.