Conocido como “Palanca” Gutiérrez desde su tiempo en el Instituto Nacional de Santa Elena, Efraín Isidro fue un delantero centro que llamó la atención de El Vencedor, de dicha localidad en Usulután. Lo llamaron y ahí jugó desde jovencito por siete años, desde 1960, con solamente 16 años encima.
“En esa época jugábamos 3-2-5: tres defensas, dos volantes y cinco delanteros. En El Vencedor jugué con ‘Lolo’ Milla, Juan José Polío que estuvo en el Águila, Juan Erasmo Chávez, Félix Parada (QDDG), mi hermano Jacinto Roque Gutiérrez, Francisco Melara, que aún vive en Santa Elena”, dice, sobre algunos futbolistas con los que compartió esa época.
A don Efraín se le nota cómo disfrutaba esa época cuando dice, con orgullo, que “con El Vencedor salíamos a Santiago de María, Berlín, Chinameca, y era a nivel de todo Oriente, visitábamos San Miguel, a La Unión, y teníamos un equipazo. Cuando salíamos a jugar, nos seguían hasta seis buses. Ahora El Vencedor anda malo”, comenta con nostalgia.
“Eran tiempos distintos. Ahora, si llaman a un jugador a un equipo, empieza a entrenarse y le dicen que lo van a escribir, lo primero que dicen es ¿cuánto me van a pagar? Antes no era así. A mí El Vencedor me pagaba los estudios”, compara los tiempos.
Su buena capacidad goleadora en el equipo de Santa Elena lo puso en la mira Luis Ángel Firpo, que acababa de subir a la Mayor. Pero…
“Llegué a Firpo para 1967-68, pero fue el año en que bajó. Yo bajé con el equipo. Cuando llegué a Firpo estaba el profesor Ochoa (QDDG), luego estuvo también Luis ‘Chispo’ Santana. Después jugué con el equipo en el ascenso también, pero solamente un año”, recuerda Gutiérrez.
No siguió con Firpo por una razón: le habían salido ofertas para jugar en Primera, en Juventud Olímpica, Atlético Marte y hasta Águila, pero la dirigencia pampera de entonces “no me daba el pase, querían dinero. La directiva me lo negaba. En ese tiempo estaba el doctor Luna Bosa de tesorero, y el presidente era don Nacho Handal. Me molesté porque me cerraron las puertas y ya no jugué. Me retiré bien joven. Se cerraron en esa terquedad de no querer darme el pase y, encima, me quedaron debiendo bastante dinero”, lamenta aún hoy.
Por ese entonces le pagaban “unos 700 colones, en esos días era plata”, pero prefirió dar un paso al costado y emigrar a San Salvador. No se separó del fútbol, porque en 1969-70 todavía jugó en el Bancapi, en Tercera. Fue su último equipo en activo.
Lo que le pasó en Firpo lo tiene todavía molesto, aunque hayan pasado tantos años. “Sinceramente, no soy aficionado del Firpo. Soy Águila. Ese es el equipo de mis amores, porque soy de Oriente. En Firpo me quitaron la oportunidad de haber podido llegar un poquito más arriba”, dice.
¿Qué hace?
En 1972, un señor de apellido Saffie mandó a traer al “Palanca” para una finca en Plan del Pito. “Nos trajeron a un excompañero del Vencedor y a mí a jugar en un equipo que competía en un torneo entre fábricas y empresas, de un señor Saffie. Nos dijeron: ‘Ustedes vienen a jugar, pero en la finca les vamos a conseguir trabajo… nos dieron un fusil 22 y que cuidáramos. Pero nos dijeron: ‘No anden caminando, compren naipes, corten fruta y tranquilos. Yo lo que quiero es que jueguen”.
Fueron sus primeros años en San Salvador, pero en 1974 consiguió empleo en el Ministerio de Economía, como inspector del control de precios de la canasta básica. “Controlaba que no alteraran precios en supermercados, tiendas… Ahí trabajé 13 años. Luego me cambiaron de puesto y me dieron de notificador, de informar sobre las denuncias que llegaban, ya con la respuesta. Ahí estuve hasta a que me retiré en 2004”.
Sus hijos le insistieron en que ya no trabajara, después de 30 años de sacrificio. Ahora vive en Soyapango con la menor de sus cuatro hijos, Violeta, y disfruta viendo cómo crecen sus nietos Henry y Mateo. “Estoy pensionado, es poquito, pero sale para los frijolitos”, dice don Efraín, quien disfrutó a través de su hijo Ernesto del fútbol, porque “el Lagarto” jugó 12 años y fue subcampeón nacional con los venados del ADET.
Pero “la Palanca” todavía juega. “Estoy en Liga Oro con el equipo Profesionales. Y ahí voy a seguir jugando, hasta donde me tenga la vida, porque aquí estamos de prestado”.