El Salvador y la historia de siempre

Jugó una hora más que aceptable, pero un error del portero provocó la derrota y tres goles en siete minutos. Sin embargo, un empate ante Cuba bastará para pasar

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??lvaro Guardado de El Salvador y Rodrigo González de México.

/ Foto Por Paul Reid

Por Claudio Martínez, enviado especial a Montego Bay, Jamaica | Twitter: @martinezchino

2015-01-19 5:29:00

Perder nunca es bueno, y menos si se pierde contra México. Y todavía mucho menos si se juegan 60 minutos más que correctos, cerrándole los espacios al rival, obligándolos a equivocarse, a chocar, a jugar lateralmente y no profundo. Pero más allá de la derrota ante los aztecas, que parafraseando al seleccionador de la mayor “estaba en el guión”, la Selecta Sub20 del Tuco Alfaro tiene conclusiones positivas para sacar de esta derrota y de esta jornada, algunas por virtudes propias y otras por favores ajenos. No es conformismo sino optimismo.

A pesar del 1-3 ante México, la Selecta quedó en una posición en la que le bastará el empate ante Cuba para avanzar a la siguiente fase. Todo eso gracias a que Canadá, que parecía uno de los rivales en cuestión, perdió 1-2 más temprano con los cubanos y ya no podrá sumar más que 6 puntos en el hipotético caso de ganarle a Honduras. Con esos 6 puntos igualaría a El Salvador, pero le serían insuficientes porque perdió el juego entre ellos.

La segunda conclusión positiva es que ante Cuba, el partido de vida o muerte, Alfaro podrá contar con todos los jugadores ya que ninguno de los jugadores amonestados recibió otra amarilla. Una de las consignas del Tuco era cuidarse de las amonestaciones, y el grupo lo cumplió el pie de la letra.

Un tercer punto de vista optimista es el rendimiento del equipo a pesar de no contar con tres jugadores fundamentales. Por el tema de las amarillas, el técnico decidió reservar a Juan Barahona, Narcisco Orellana y Bryan Pérez para el juego ante Cuba. En su lugar ingresaron Romilio Hernández, Josué Hernández y William Canales. No obstante los cambios, el equipo resisitió durante una hora sin necesidad de proezas ni de atajadas espectaculares. De hecho, nadie en este Premundial había logrado llegar al entretiempo con el arco a cero ante México. El Salvador lo logró.

No sólo eso. También estuvo otros 15 minutos más sin recibir gol. Pero lo más interesante fue que México, que parecía sin ritmo y sin sorpresa, no asediaba ni encerraba al equipo en su área. La dafensa azul, sin sincronizada, marcaba bien, los relevos funcionaban y las pocas amenazas de gol eran conjuradas lejos del marco defendido por Cañas. Es más, en los minutos inciales de la segunda etapa la Selecta se soltó mal, hasta tuvo un par de insinuaciones en el arco rival. A decir verdad, casi no contó con más ocasiones que un part de tiros de media distancia de César Flores y Villavicencio, pero en ese momento la consigna era esperar ordenados que pasaran los minutos.

Sin embargo, toda la armonía se rompió con un error individual. Un cabezazo de José Ramírez, demasiado elevado y sin fuerza que parecía fácil de controlar para Carlos Cañas fue mal medido por el portero y la pelota acabó adentro. Una jugada muy parecida con la que México también castigó a la Selecta Sub21 en Veracruz, cuando el arquero era Rolando Morales. Esa jugada, ese error, ese gol cambió el partido, o al menos menos el ánimo de los muchachos del Tuco Alfaro.

Y entonces pasó lo de siempre, lo que lo pasa a muchas selecciones juveniles, pero también a la mayor. El desconcierto general. Un gol detrás de otro. Fueron tres goles en cuestión de siete minutos. Al de Ramírez (62’) le siguió un golazo de Alejandro Díaz (64’), de cabeza, tras un desborde del propio Ramírez. Y unos minutos después, el gol de penal de Irving Lozano (67’) después de que Mauricio Cuéllar derribara a un mexicano dentro del área. Partido definido aunque todavía quedaba el gol de Nelson Moreno -debutante en el Premundial-, para acortar cifras.

Con el 3-1, México celebró su pase directo al Mundial y su paso firme en el torneo a la vista del Piojo Herrera, visitante ilustre en el Catherine Hall de Montego Bay. Para El Salvador, una derrota más ante los aztecas, la octava. Daba la sensación que el equipo estaba para resistir un poco más, y por eso la bronca de todos, empezando por el cuerpo técnico y los jugadores mismos. Sin embargo, cuando se les pase el enfado y analicen el panorama, verán que no todo ha sido negativo. Cero amarillas, todos los jugadores disponibles para el próximo juego… y la novedad que hasta un empate lo puede meter en la siguiente fase.