“Si tuviera que competir en 2015, no, no lo haría otra vez, porque no creo que sea necesario. Si volvemos a 1995, cuando el dopaje estaba completamente generalizado, probablemente volvería a hacerlo”, afirmó Armstrong, de 43 años.
En su primera entrevista en televisión desde que confesó el uso de sustancias prohibidas ante la periodista estadounidense Oprah Winfrey, hace un año, el exciclista relató que su “caída” desde entonces ha sido “dura”.
“Querría cambiar al hombre que hizo aquellas cosas. Quizás no su decisión, pero sí el modo como actuó”, sostuvo el estadounidense.
“Cuando tomé aquella decisión, cuando mi equipo tomó esa decisión, cuando el pelotón al completo tomó aquella decisión, fue una mala decisión y en un momento inoportuno. Pero ocurrió”, se lamentó el exciclista.
En 2012, la Unión Ciclista Internacional (UCI) consideró probado que Armstrong consumió y distribuyó sustancias dopantes y le desposeyó de los siete Tours de Francia que ganó entre 1999 y 2005.
El informe de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) en el que se basó la UCI describía un programa sistemático de dopaje junto con sus compañeros del equipo US Postal Service, algunos de los cuales denunciaron que eran obligados a consumir esas sustancias.
Cuestionado sobre cuándo llegará el momento en el que se pueda reincorporar con normalidad a la vida pública, Armstrong señaló: “De forma egoísta, diría que se está acercando ese momento”.