Lo más destacado del partido entre FAS y Pasaquina, que seguirá en el último lugar del acumulado, recortó distancia con Atlético Marte, en el tema del descenso. Ahora los separa un punto. Por lo demás, el aburrido empate a cero, más los abucheos de la afición, fue el gran premio para estos equipos que se olvidaron del fútbol.
Aunque para muchos solo representaba un partido más de la jornada tres, tanto para los tigrillos como para los burros era un partido menos para intentar reaccionar, pues la presión porque siguen sin conocer la victoria en la actual competencia.
Los tigrillos, con la ausencia de Carlos Carrillo, por sanción; salió con un planteamiento ofensivo (4-3-3), en el que debutaba el juvenil Moisés Mejía, quien completaba la zona defensiva con Mendoza, García y Henríquez. En el medio, Renderos fue el contención. Mientras que Morán y Rodríguez tratarían de alimentar al ataque que lo conformaban Águila, Coreas y Peña.
Prueba de este esquema, fue que recién se movió la pelota, los tigrillos encimaron en base a la velocidad y crearon la primera oportunidad a gol, con control de Jonathan Águila asistiendo a Dustin Coreas, quien entraba al área por la izquierda y con ese perfil sacó un disparo que pegó en el poste. En el reámate, Jorge Morán la mandó arriba.
Esa era la explosividad con la que FAS salió a buscar el partido, mientras Pasaquina trató de acomodarse al campo lo más rápido que se podía.
El técnico Juan Andrés Sarulyte mantuvo su idea (4-4-2), donde Da Silva, por momentos se despegó de la última línea, en la que lo acompañaron Melgar, Arévalo y García. La mediacancha Romero y Álvarez destruían, “El Morro” Hernández creaba y “Chino” Orellana desbordaba, por ambas bandas.
Adelante, el triniteño debutante en el torneo, Kordel Samuell, junto a Alex Campos quedaron fijos en el ataque, generando peligro en velocidad.
El partido transcurrió con normalidad, con los dos equipos generando algunas llegadas. Sin embargo, la emoción pasó a un tramo de preocupación, en el minuto trece después del choque cabeza con cabeza entre José Peña y Francis Álvarez, que dejo en mala condición al primero, a quien sus compañeros pidieron la asistencia médica con urgencia y directamente fue retirado del estadio, en ambulancia. Mientras que Álvarez solo resintió un golpe en la cabeza y continuó el partido.
Por esta acción, algunos jugadores se vieron afectados mentalmente, por no saber la condición del “Puma” Peña. Los tigrillos bajaron el ritmo de juego y ya no llegaron con tanta insistencia, como lo hicieron en los primeros instantes.
Mientras que la salida de Peña permitió también que el colombiano Cristian “El Perrito” González pudiera debutar en el fútbol salvadoreño, con los tigrillos, con lo que también mantuvieron la idea. El cafetero durante sus primeros minutos hizo dos disparos que generaron buenas sensaciones, pero luego fue un jugador más.
Posteriormente, al intenso calor que se sentía en la zona, a pesar de una leve brisa, el mal estado de la cancha del Quiteño hacía más exigencia entre los jugadores de ambos equipos, que aprovecharon cada parón para hidratarse. Durante ese momento, los técnicos también aprovecharon para dar ciertas indicaciones y sus ademanes, con cierto descontento, mostraron su necesidad por seguir buscando el área rival. Sarulyte llamó la atención a Javier Hernández y Ricardo Orellana. La “Chochera” a Coreas y Morán.
Luego del descanso, el DT tigrillo realizó su segundo cambio, tratando de arriesgar más en ataque, pasando a una línea de tres defensores, en parte, porque Pasaquina parecía conformarse con el empate.
Los tigrillos no tenían una conexión para ganar profundidad. Los santanecos cayeron en el juego pasivo del Pasaquina, haciendo que los mismos aficionados reaccionaran con algunos silbidos, cuando estos dejaban de atacar, para jugar atrasado.
Ahí fue cuando Chochera se decidió por Alejando Bentos, quien volvía a la actividad después de más de seis meses. El argentino llegó, entre la ovación de los aficionados santanecos, en lugar de Mejía.
El “Chabón” le dio otra cara al equipo al encarar y recuperar profundidad. Pero tampoco influyó lo necesario para descifrar la manera de cómo llegar al gol, ante Pasaquina, que con este empate toma un “respirito” para volver a creer.