Jordan saltó en un concurso de clavados desde la impresionante línea de tres.
Con dicha gesta, puso de moda las clavadas en la NBA, donde se dichas jugadas se convirtieron en símbolo de humillación para el rival, y de dominio espectacular por parte de quien las ejecutaba.
Sin más preámbulos, acá, aquel 6 de febrero de 1988.