Titanes obliga el séptimo con polémica del umpire

Se impuso por 6-4 a Didelco y el campeón se conocerá este jueves

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Los jugadores de Titanes celebran la victoria sobre Didelco el martes por la noche.

/ Foto Por @FedeBeis_SV

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2015-02-11 7:39:00

SAN SALVADOR. Con polémica incluída por el umpire se borró la buena pelota que jugaron Titanes y Didelco en el sexto partido de las finales del béisbol nacional. 

Didelco llegaba con ventaja de 3-2 en la serie y un triunfo más le daba el campeonato. Pero Titanes se aferró al batazo y contó, sin quererlo o no, con una ayuda que a la postre fue crucial, una decisión errada del umpire en un out clarísimo que no quiso cantar.

El partido pintaba mejor para Didelco porque Danny Ayala salió algo “frío” en la lomita, pero salió avante.

En la segunda entrada, era Emely Guerrero, abridor de Didelco, quien dio dos bases por bola en la segunda. Pero también salió limpio, aunque para la tercera lo cambiaron por Francisco Casalla. 

En la cuarta, este le dio base por bolas a Francisco Flores y a Antonio Romero, y luego William Ponce le conectó un doble para impulsar a Flores a la primera carrera de Titanes. 

Llegó Nelson Alfaro al relevo, sacó de out a Juan Coto, dio base intencional a Luis Tuñón y logró doble play al dominar a Daniel Hernández.

El daño había sido minimizado y en la parte baja de la misma entrada se empató el juego. Santiago Velasco le conectó sencillo a Danny Ayala, y anotó Edson Barrera después de un error de Tuñón al lanzar mal a primera en busca del out. 

Para la quinta, Titanes se fue de nuevo al frente. Luis Bernardo pegó sencillo. Carlos Schönenberg pegó toque de sacrificio para que Bernardo avanzara. Y José Rivas y Fracisco Flores llenaron la casa con bases por bola.

Entonces, Antonio Romero pegó un elevado para que Bernardo anotara el 2-1 para Titanes en pisa y corre.

En la parte baja, los Gigantes del Didelco remontaron. El dominicano José Rivera, que llegó en la anterior entrada para sacar el último out, dio base por bolas a Macos Martínez. Ponchó a Luis Domínguez y dominó a Jass Vargas. Pero golpeó a Julio Rodríguez. Y Edson Barrera le pegó un doble para impulsar a Marcos y Julio a la registradora: 3-2 para Didelco, que aumentó una más con otro imparable de Eduardo Palacio, para que anotara Barrera.

Didelco ganaba por 4-2 en la sexta entrada, y con un out cuando Luis Tuñón pegó un vuela cerca por el centro al lanzador Nelson Alfaro, quien luego dio base por bolas a Daniel Hernández.

Entonces ingresó Eduardo Palacios a pichar con solo una carrera de ventaja. Luis Bernardo pegó sencillo que complicó a la defensa y Daniel Hernández se fue hasta tercera, a donde llegó quieto. Buscó Jass Vargas el out en primera, pero Bernardo ya había pasado. Ese lapso lo quiso aprovechar Hernández para robarse home, pero el disparo de Santiago Velasco fue correcto, preciso. El catcher Julio Rodríguez hizo lo correcto, atrapó y bloqueó. 

Era out y el umpire cerró su puño derecho (señal para cantar que estás fuera) pero cuando lo movía se arrepintió y decidió mover sus dos manos con las palmas abiertas. “Quieto” gritó y se sembró el problema.

Salió desde el dugout el mánageer de Didelco, Arnoldo Poveda a reclamarle al umpire. De nada valió, la decisión estaba tomada.

Llegó al bate Carlos Schönenberg, quien pegó triple e impulso la quina carrera de Titanes, anotada por Bernardo. Y luego llegó el un fly de sacrificio de José Rivas, para la sexta de Schönenberg. 

El espectáculo cambió 
Para el inicio de la séptima, y ya con el marcador que no se movería por el resto del partido, salió de nuevo Poveda a continuar los reclamos al umpire principal.  

Se dio la vuelta y en lo que regresaba al dugout, lo expulsó el umpire, sin que se diera cuenta Poveda. El umpire llamó al resto de sus compañeros para que le notificar al mánager que tenía que salir del campo y se armó el espectáculo paralelo. 

Lo buscó Poveda, se escondió el umpire entre sus compañeros. Terminó saliendo el mánager y se reanudó el juego después de unos minutos.
Entonces, el catcher Julio Rodríguez le reclamó al mismo umpire, algunos mencionaron que escucharon la palabra sinvergüenza, y al parecer, por esto lo echaron también.

Julio comenzó a perseguir al umpire, pero le detuvieron. Luego comenzó a tirar todos los implementos de catcher al campo, el casco, bates y por último, agarró las bases de segunda y primera y las lanzó a las gradas.

El partido estuvo suspendido por largo rato, los de Didelco reclamaban y estaba todo descontrolado. Tuvo que aparecer el comisionado Pablo Ventura, platicar con medio mundo. Después, el umpire no quería que se reanudara el encuentro si no llevaban a la policía por temor a que le dieran su par de palos. Por más de 15 minutos estuvo parado el encuentro hasta que finalmente se reanudó. 

Salió Estuardo Guevara como sustituto en la posición de catcher, seguramente con la orden de que le clavaran la bola al umpire, aunque esto es especulación. Sea como sea, un potente lanzamiento de Eduardo Palacios desde la lomita terminó en el umpire y se fueron expulsados tanto Palacios como Guevara.

El partido volvió a suspenderse buen rato. Los jueces decían que se podía continuar porque había gente en la banca de Didelco. Los de Titanes solo observaban las cosas desde lejos. 

Finalmente, el partido se reanudó, Lorenzo Ríos terminó pichando; el left filder, Josué Cedillos, pasó a la posición de catcher y en su lugar llegó Tomás Cerna.

No hubo más en el partido. Un par de reclamos de la afición por algunas bolas que para ellos eran strikes. Gritos de “se te va a hacer agua el pisto, umpire”, o “comprado”, se escuchaban a granel. 

El juego acabó y habrá séptimo, más caliente que nunca. Será este jueves, siempre en el estadio Bengoa a partir de las 6:30.

Bernardo acabó con dos carreras y una impulsada para Titanes, y Edson Barrera anotó dos carreras e impulsó otras dos por Didelco. Por los ganadores, hubo ocho imparables y dos errores, y cinco y cero, por Didelco. El picher ganador fue Delvy Reyes, y el perdedor, Eduardo Palacios.

Reacciones
Al respecto, Arnoldo Poveda comentó que “cuando los árbitros cometen errores como el que cometió en home, un out esperado y estaba quieto, ahí nos empatan el partido, y ya después el equipo se nos fue encima, era el segundo out, después vino un fly y era el tercer out. El partido hubiera quedado 4-3”, mencionó.

“Hay que hablar con los muchachos, que se calmen, ahorita no hay nada ni para ellos ni para nosotros, a echarlas todas, vamos a morir ahí. Todo lo que no dejamos en el campeonato, ahí lo vamos a dejar. Como dicen, lo que es de uno, nadie se lo quita”, agregó.

A la hora de consultarle sobre la polémica, Poveda mencionó que “yo le dije al umpire que todas esas carreras que nos hicieron son por tu culpa. Pero de ahí pasó. Luego con el pitcher estaba hablando yo, y le digo, no le estés reclamando nada, ya la regó, la regó. Hay dejalo. Solo por eso me sacó. Me vine (al dogut), no tuvo el valor de decirme (a la cara que estaba expulsado) y llamó a los árbitros. Fui a decirle que me diera una explicación, si no lo había ofendido. Realmente, mejor que me de, me da coraje, pero lastimosamente esa apreciación del árbitro afectó bastante el partido. En ningún momento pensamos que no regresaríamos a jugar el partido. Lo que pasó fue que cualquier jugadita lo botó, botó al catcher, al otro que metimos, al pitcher, entonces qué podíamos hacer. Entonces, así no se puede”.

Por su parte, Marcos Martínez, de Didelco, dijo que “Hubo acciones, actitudes de los jugadores, pero son acciones fogosas como jugador, no queremos que por una jugada salga toda la filosofía que tenemos los peloteros. Somos profesionales. Pero tampoco nos vamos a dejar que ellos vengan a sobrepasar las acciones. Por eso el jueves venimos por todo. Somos los puro hierro y vamos a meter todo el armamento”, mencionó.
Por su parte, Carlos Cuéllar, de Titanes, dijo que “fue apretado, pero la diferencia fue que nosotros bateamos. Vean los números, dimos ocho heats, el jonrón de Tuñón nos revivió”.

Sobre el último partido dice que la clave será la “concentración y bateo”.

Mientras que Luis Tuñón, quien pegó jonrón en el encuentro, acotó que la clave fue “ganas, hubo un momento que caímos, pero las ganas del equipo, la emoción salió. Gracias a Dios salió el batazo (jonrón) y nos pudimos levantar. La clave de este tipo es la actitud”. Así mismo, no quiso referirse a la polémica. “Esas ya son cosas del juego, no puedo explicar algo así. Ahora a dar la vida por ese último partido que nos queda, y si Dios quiere, quedemos campeones”.