CIUDAD MERLIOT. “Ah, y hasta de Santa Ana los dos”, pregunto. “Sí, así que dos veces perfecto”, responde Roberto (muchas risas). “Vos sos tres, porque andás conmigo”, completa Elena. Carcajada total de ambos. Un poco de rubor en el rostro de tez blanca de la tiradora, y una mirada cómplice y feliz de su más que novio y compañero: “Mejor amigo”, como lo define ella.
Son Roberto Hernández y Elena Abullarade, tiradores con arco salvadoreños, quienes son novios desde hace cuatro años y marcan una de esas historias diferentes del deporte. Ese lado más personal de las muchas parejas que existen en cualquier disciplina, pero que pocos conocen.
Su historia comenzó sin esperarlo. Primero, amigos; luego, novios. Y la flecha del tiro con arco dio con ellos, para unirlos. Para ser una dupla de “mucha confianza” en su relación, como la definen, con “mucho apoyo durante las competencias”, y para ser un poco real la frase de “polos opuestos se atraen”.
Sí, porque como Roberto lo describe: él es más bromista, y su novia más seria; él está en la modalidad de compuesto, ella en la de recurvo. No precisamente un agua y aceite, pero cada uno con su forma de ser complementa al otro.
“Y mire, entonces va a contar que él andaba detrás de mí en la Universidad”, bromea Abullarade. Hernández la observa con una sonrisa que solo ellos comprenden. Es amor.
“Lo conocí en la Universidad (Matías Delgado), en el club de tiro. Él también estudiaba derecho, pero nunca lo había visto. En realidad, yo lo veía que él llegaba y no tiraba, entonces yo decía: ‘Y él qué está haciendo aquí’. Fue hasta que comencé a venir acá (Poli de Merliot) cuando me di cuenta de que él tiraba y era de la selección, y dije: ‘Ah, ya vi por qué llega’”, rememora Elena.
La arquera nacional es clara en que la relación se fue desarrollando “bien bonita, fuimos amigos dos años gracias al deporte, porque compartíamos, entrenábamos, almorzábamos juntos, pero nunca hubo malicia ni nada, era pura amistad, hasta que nos hicimos novios. Y ha sido así durante los últimos cuatro años, vamos para cinco, y ojalá así siga”.
De hecho, ese fue el principio de la carrera deportiva de esta chica de 23 años. Ese club, a finales de 2008, le permitió conocer un nuevo mundo: “Siempre me habían gustado los deportes, pero nunca había sido buena en ninguno. Así que llegué por curiosidad, vieron que tenía ciertas destrezas, como que podía abrir el arco, y me invitaron a venir a entrenar”.
Y eso también coinciden con su novio, ya que si ella quería ser buena en un deporte, Roberto también: “Practiqué natación cinco años y boxeo uno. Pero la razón de cambiarme fue que mi hermano era muy bueno, y yo entrenaba fuerte pero no tenía esos buenos resultados y busqué un medio donde dar los. (…) y decidí probar en el tiro con arco, y a los cuatro meses puse un récord nacional, comencé a dar resultados de inmediato. Estoy hablando de 2002, son 14 años en esto”.
Y, ¿cómo se hicieron novios? El tirador cuenta: “Asistí a un Mundial Universitario en China, solo con ella hablaba, y cuando regresé ya venía decidido de a ver qué pasa. Eso fue hace cuatro años”.
Una vida diferente
Abullarade hace un paréntesis al contar que la relación de estos dos deportistas no quiere decir que pasen todo el tiempo juntos. Ambos reconocen que saben la responsabilidad del tiro con arco, de la competencias, y de respetar el espacio del otro.
“La ventaja de estar en categorías distintas ayuda en el sentido de que ella tiene su sistema de entreno, yo el mío; ella su entrenador, yo el mío; entonces nos desligamos lo más posible. Y en las competencias también. Para desvincularnos, ella tiene sus amistades, yo las mías, y pueda que yo vea de reojo que ella está compitiendo, igual ella está en su objetivo, y al finalizar nos reunimos y hablamos de cómo estamos, y apoyarnos. Es bueno tener a alguien que de verdad está interesado en los resultados de la otra persona”, dice.
Elena interrumpe para complementar: “Y que de verdad entienda de lo que le estoy hablando, que entienda qué es estar en la línea, los nervios, la competencia. (…) además, compartimos el mismo sentimiento de competir, querer ganar y nos comprendemos en el sentido de que es nuestra carrera, que es algo profesional. Esa comprensión de no pasar tanto tiempo juntos, aunque se pueda creer que lo pasamos juntos, pero no”.
Estar en modalidades diferentes también es bueno y lo explica Elena: “Es una ventaja, porque no competimos. Si tuviéramos el mismo tipo de arco, pasaríamos peleando, y eso no sería muy saludable para la relación. Pero es complementable también, es bueno”.
Los seleccionados nacionales manifiestan que en los eventos internacionales también están distanciados, pero siempre pendientes de los resultados del otro, porque así es el deporte, “así entrenamos y así se debe desarrollar”, añade Roberto.
“Una que otra palabra de aliento, en situaciones bien altas (Copas del Mundo), algo más específico, de entendimiento más personal, puede ayudar más. Un abrazo es muy diferente y ayuda mucho”, sostiene Hernández. A lo que Elena agrega: “Es como aislar la voz de él, esas palabras que te motivan a hacerlo mucho mejor”.
En ese sentido, los dos tienen bien trazados sus objetivos a mediano y largo plazo. Por el momento, Elena piensa de forma primordial en su participación en los Juegos Panamericanos, “buscando mi óptimo nivel, para una clasificación a Río”, expresa. Por su lado, Roberto tiene en su mente “la preparación para el Mundial, a mediados de año, y si todo sale bien se puede lograr una buena posición. Y lograr estar en una o dos Copas del Mundo, y estar en un buen nivel”. Y, a futuro, estar juntos y seguir cosechando éxitos en el tiro como hasta ahora: “Como ser campeón Mundial, es mi sueño”, reitera Roberto.
Siempre juntos
Pero aparte de compartir el deporte y las metas que éste trae, esta pareja también comparte cosas como en toda relación. Conocen a la familia del otro, las cuales -por casualidad- también son de Santa Ana, los han acogido como a un hijo o a una hija más, salen a pasear con ellos, pero también de forma individual. Los fines de semana los toman para desestresarse y gustan de ir al cine, a cenar, a la playa o a algún lugar que los relaje, salir con los amigos, estar en casa, asistir a misa.
Y en lo académico, Elena ya se graduó como abogada; mientras Roberto espera hacerlo este mismo año. Así que tienen en mente, en algún momento de su vida, ejercer. “En áreas, me veo litigando, en otras no, me gusta la política y quisiera estudiar una maestría -dice Roberto-; y a mí me gusta más el área financiera, de los negocios -interviene Elena-, en esto también nos complementamos. En algún momento futuro, podríamos llegar a tener un bufete que lleve todo tipo de casos, pero es un proyecto que debe esperar bastante, vamos a empezar viejos”, y se miran, hay una leve pausa, y se ríen.
Finalmente, ante la pregunta de si harían el examen de confianza con la manzana de Guillermo Tell, ambos rieron a placer: “¡No!”, respondió Elena de inmediato; “no, porque tenés un buen equipo, pero si falla algo, es bien yuca. Estoy consciente de que tengo mi equipo al cien por ciento, pero nunca se sabe qué puede pasar (ríen). Pero sí, tenemos mucha confianza”, subraya Roberto.
Una historia diferente, entre arcos y flechas, con el amor al deporte y a su pareja. “Y tienen algo qué agregar”, pregunto. “Ah, pues… que gracias por contar nuestra historia…”, sostiene Elena, seguida de una expresión de felicidad. Los tiradores caminan hacia el campo de entrenamiento, felices, cada uno a lo suyo, como todos los días, como lo que solamente el deporte puede lograr.
Fichas técnicas
1. Nombre: Roberto Alexander Hernández Maldonado.
Data: Santa Ana, 9 de enero de 1989.
Deporte: Tiro con arco, modalidad compuesto masculino.
Palmarés: Tercer lugar de Juegos Mundiales; dos veces campeón C.A.; medallista C.A. y del Caribe; récords C.A., C.A. y del Caribe, Panamericano; medallas de Copa del Mundo, Mundiales.
2. Nombre: Elena Margarita Abullarade.
Data: Santa Ana, 20 de mayo de 1991.
Deporte: Tiro con arco, modalidad recurvo femenino.
Palmarés: Campeona nacional; bronce por equipo mixto en Ranking Mundial de Guatemala, plata en 70 metros en ese evento. Asistió a C.A. y del Caribe de Veracruz; y participó a nivel Panamericano en dos ocasiones, siendo novena.
Tiro con arco:
¿Qué significa?
“El tiro es más que un deporte para mí, es mi estilo de vida, es lo que amo hacer. Los arcos y las flechas son todo lo que tengo en mi mente. Y hago espacio para mi novio (risas)”
Elena Abullarade,
Tiro con arco recurvo
“El tiro con arco es todo lo que rodea a mi persona, me gusta, me apasiona y me hace tener nuevos retos siempre”
Roberto Hernández,
Tiro con arco compuesto