Porto lo mereció, lo buscó y lo encontró. Un extraordinario desborde de Danilo provocó el penal que el mismo jugador convirtió para que el cuadro lusitano rescatara un 1-1 con sabor a triunfo ante el Basel.
St. Jakob Park se vestía de gala para recibir la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League, donde Basilea y Oporto se medían frente a frente en un partido marcado por la igualdad de ambos conjuntos.
El partido comenzó con un Oporto con autoridad a la hora de tener el balón, y con un once de Paulo Sousa que realizó una presión asfixiante para intentar precisamente evitar que los portugueses sacaran la pelota con holgura.
Los primeros 13 minutos fueron de un dominio aplastante del cuadro del Lopetegui pero, en otra lección de fútbol, Frei mandó un balón en largo en la primera llegada de los suizos, González controló en carrera de forma espectacular y, tras el acoso de Alex Sandro y la salida de Fabiano, metió la punterita y puso el balón en las mallas. Marcaba el paraguayo, que tendría que ser sustituído a los pocos minutos, aturdido por el golpe con ambos contrarios.
A partir de ahí, monólogo portugués, que pese al control y los innumerables centros, tan solo fue capaz de probar con peligro a Vaclik en un fortísimo disparo de Danilo desde fuera del área. Con el 1-0 se marcharían a los vestuarios.
La segunda mitad comenzó con polémica. En el primer córner botado por Tello, Casemiro remataba tras un primer despeje del arquero y marcaba, pero, con los 22 protagonistas ya preparados para sacar de centro, el asistente que se encuentra junto a la portería avisaba a Mark Clattenburg para anular el tanto por la presencia de dos contrarios que interfirieron en la parada del portero.
El Oporto se animaba y Jackson Martínez se enchufaba al encuentro recibiendo balones una y otra vez de un Oliver Torres imperial, que tuvo que salir del terreno de juego en el 65? de partido porque se le volvió a salir el hombro, un problema que ya ha acusado en otras ocasiones.
Cuando empezaba a desesperarse el cuadro de Lopetegui, una internada más del incombustible Danilo acababa con un penalti infantil de Walter Samuel, que se lanzó al suelo para cortar el centro y el balón le dio en la mano. El propio Danilo lanzó y puso el empate, justo, en el marcador.