Alianza regresó ayer a la actividad normal de los entrenamientos en el cálido césped de la hacienda Santa Clara, en San Luis Talpa. Lejos de la tensión y hermetismo tras los malos resultados, el plantel de jugadores lucía motivado, quizás hasta alegres, todo por la noticia de la continuidad de su entrenador Ramiro Cepeda a pesar de sumar dos derrotas consecutivas y 9 puntos en ocho jornadas.
Los futbolistas manifestaron su apoyo al cuerpo técnico y celebraron la decisión tomada por la directiva el lunes al final de la tarde. Esta, encabezada por su presidente Lisandro Pohl, tomó la decisión de renovar la confianza en el técnico argentino.
“Gracias a Dios se dio la continuidad del entrenador, que es lo que queríamos nosotros. La directiva tuvo la sabiduría de mantenerlo. Ahora queda dentro de nosotros demostrar dentro de la cancha que lo estamos respaldando”, festejó Erick Molina, mediocampista de los albos.
Los jugadores reconocieron su parte de la responsabilidad en este nuevo momento bajo que sufre el equipo, que solo ha ganado dos veces en este torneo. Lo acotó el defensor Emerson Véliz sobre la continuidad de Cepeda: “Es una buena noticia porque estamos sabedores de que los culpables del mal momento somos nosotros (los jugadores). Hay que respaldarlo más (al DT) con resultados positivos, estamos muy a gusto con él y pienso que esto nos va a venir bien para el siguiente encuentro”.
A pesar de que tendrán 15 días para alistar su próximo partido contra Águila, los jugadores demuestran la motivación antes de encarar un nuevo clásico en esta campaña. Para ello, se comprometen a mejorar el nivel que hasta ahora han mostrado.
“Los resultados pueden decir una cosa, pero nosotros nos sentimos satisfechos. Ahora nosotros tenemos que comprometernos a sacar los resultados. Sabemos la responsabilidad que hemos tenido y tenemos que trabajar siempre como equipo y como grupo”, añadió el capitán y lateral derecho Danny Torres.
Respaldado
Por su parte, el jefe estratégico del Alianza habló poco luego de la noticia de su continuidad en el equipo, pero aprovechó para deja dejar en manos de sus pupilos la responsabilidad de sacar la lancha a flote.
“Está en nuestras manos revertir esto. Son detalles los que hay que corregir, no es tanto, es mentalizarnos que Alianza es grande y hay que demostrarlo desde el domingo que viene (8 de marzo)”, afirmó el DT.
Y agregó que “me anima que los jugadores quieran que yo siga. Ahora hay que demostrarlo dentro de la cancha, transmitirlo cuando a empiece a rodar la pelota. Ellos se han comprometido a tener más decisión, más personalidad para enfrentar las situaciones adversas que toca pasar y poderlas resolver de mejor manera”.
El cruce contra Águila en el estadio Cuscatlán este 8 de marzo será l primero de dos clásico que vendrán consecutivamente, pues la siguiente semana deberán visitar a FAS en el inicio de la segunda vuelta. Definitivamente, una prueba de fuego para el plantel albo y el técnico argentino.