Lizama se une a la lista de los castigados por indisciplina

En la Fesfut hay un largo historial. Aquí, los casos más recientes

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Las suspensiones por indisciplinas en selecciones nacionales ya es una costumbre con el pasar de los años.

/ Foto Por EDH

Por Claudio Martínez | Twitter: @martinezchino

2015-02-25 9:38:00

La mano dura llegó a la Fesfut. Álvaro Lizama, jugador de Águila y de la Sub20, fue sancionado con 3 años, 5 meses y 7 días de castigo, período en el cual no podrá jugar en ninguna selección nacional. Todo por el insulto -según el jugador el cruce de insultos- a Gioavanni Trigueros, auxiliar técnico, durante el juego contra Honduras en el Premundial de Montego Bay, Jamaica.

No es el primer jugador en recibir un castigo por indisciplina, aunque probablemente sí el de la pena más severa. Aquí, obviamente, no se tienen en cuentan los casos de los jugadores castigados por estar involucrados en los amaños de partidos, los cuales recibieron sanciones temporales y de por vida, pero para realizar todo tipo de actividad, no solo en selección sino en su respectivo club también. En este caso de Lizama, podrá seguir jugando en su equipo sin ningún problema.

Otros casos muy sonados en su momento fueron el de Miguel Montes, que en 2010 se le aplicó una sanción de un año sin jugar en la Selección por haber utilizado en un amistoso ante Guatemala -también en otros partidos anteriores- una indumentaria diferente a la Mitre de sus compañeros. Ante la presión de la marca, la Fesfut se vio obligada a tomar una medida drástica.

Además de la sanción de 6 meses por participar en reuniones con amañadores, Eliseo Quintanilla estuvo otras dos veces castigado por temas de indisciplina. La primera, entre 2004 y 2006, en la gestión de Humberto Torres, por fuertes críticas a la junta directiva de aquel momento y no pudo jugar la Eliminatoria para Alemania 2006. Incluso después, cuando todavía pesaba en castigo sobre él, declaró: “Deberían derrumbar el edificio de la Fesfut con todos los federativos adentro”. Con el cambio de directiva, cuando asumió Rodrigo Calvo, volvió a ser convocado y fue pieza clave en el equipo de De los Cobos. La segunda de Cheyo fue en 2010, en la era Rugamas. Le dieron dos partidos locales y uno de Selecta por abandonar la concentración en 2010.

También en 2010, para la misma época, Fito Zelaya recibió la misma dosis (dos partidos locales y uno de Selecta) por su negativa a sumarse a la Selección a pesar de estar convocado para el juego contra Costa Rica en Ciudad Quesada. Un año antes, en 2009, Fito había recibido otra sanción, pero esta vez de la Uncaf, por el famoso escándalo de los jugadores que se hicieron los lesionados en Honduras. Fueron dos juegos de Selección, los mismos que tuvieron que pagar Juan José Gómez y Deris Umanzor, los otros dos “lesionados” de aquella bochornosa noche.

Otro caso muy sonado fue el de Rudy Valencia, quien en 2013 decidió abandonar la concentración de la Selección porque, según él, no había buen ambiente. Pero no le avisó a nadie. Eso le costó 1,200 dólares (pagados en monedas de centavos), dos partidos en Alianza y 8 meses sin ser convocados a la Selecta.

En las selecciones menores también es bastante frecuente. Julio Martínez, en 2007 jugador de Metapán, dejó plantados a sus compañeros y cuerpo técnico que viajaban a Panamá a jugar el torneo preolímpico. Fueron 6 meses sin Selección y cuatro partidos sin poder jugar para su club. En el preolímpico siguiente, el de 2012, los sancionados fueron cuatro: Irza SantosChristopher RamírezDarwin Bonilla y Diego Chavarría. En la Fesfut los acusaban de haber metido mujeres al albergue, algo que prohibe el código disciplinario. Ellos aducían que simplemente tomaron un carro y salieron a comer algo. La sanción fue de seis meses. Sin embargo, a los cuatro meses Diego Chavarría pidió perdón por escrito y consiguió que le indultaran: al final fue uno de los 20 que viajó al Preolímpico de Estados Unidos 2012.

En el pasado no tan reciente también hubo casos. Uno de ellos fue Mauricio Cienfuegos, que despotricó contra los miembros de la Fesfut en 1999 luego de que la Selecta fallara en una repesca que le impidió estar en la Copa de Oro. Tiempo después firmaron la paz con Juan Torres y se le levantó el castigo. Geovanni Trigueros también fue separado momentáneamente de la Selección luego de un inconveniente con el entrenador Armando Contreras Palma. También recibió un castigo William Enrique Chachagua, jugador en ese entonces del Maestranza, por abandonar la concentración de la Selección en tiempos de Miroslav Vukasinovic, en 1989. Al final, esa sanción motivó que Chachagua se fuera a trabajar en los Estados Unidos.

Hay otro antecente interesante, ocurrido en 1972, cuando diez jugadores de la Selección Nacional fueron sancionados luego de que estos hicieran una huelga al no ponerse de acuerdo en los premios. Un grupo recibió castigo de un año (Mon Martínez y Tomás Pineda, entre otros) y otro de seis meses (Francisco Saldaña, Pato Valencia, etc.), pero en ambos casos no se les permitió jugar en sus clubes durante ese período. “Era una cuestión de los premios, no nos pusimos de acuerdo y al final sancionaron a diez de nosotros”, recuerda Tomás Pineda. 

¿Suena demasiado el castigo para Alvaro Lizama? Sí, definitivamente parece exagerado. Sin embargo, un buen parámetro es el caso de Nicolas Anelka, que insultó a su entrenador Raymond Domenech, en el entretiempo de Francia-México, en pleno Mundial Sudáfrica 2010. Al delantero francés lo enviaron de vuelta a su país y le dieron 18 juegos de sanción en su selección. Nunca más volvió a jugar con la camiseta de Francia.