El Millonario la pasó mal en el inicio del partido. Nacional salió decidido a marcar la diferencia desde el arranque y el equipo de Gallardo no lograba hacer pie en el partido ni neutralizar los pelotazos cruzados y los pases en profundidad, sobre todo en el sector izquierdo de la defensa, por donde Berrio se hizo un festín a la espalda de Vangioni.
Cardona confirmó desde el inicio lo que se esperaba de él en la previa y tuvo la primera clara del partido, con un remate de tiro libre que dio en el palo tras pegar en Barovero. Los colombianos controlaban el juego y generaban peligro en el arco rival, pero también mostraban falencias en el fondo, desprotegido por la vocación ofensiva del equipo.
River sólo pudo aprovecharlo en contadas ocasiones, como un zurdazo de Vangioni tras un buen pase de Mora que se fue cerca. Y justo cuando el Millonario lograba tener cierto dominio de la pelota y avanzar en el campo, Cardona volvió a darse cuenta que el negocio estaba por la derecha y metió un preciso pase en profundidad para Berrio saque un potente remate cruzado que Barovero no pudo controlar. El resultado era justo y River se iba al vestuario con mucho más de lo que merecía.
Pero el complemento fue la antítesis de la etapa inicial. Los de Núñez salieron con otra mentalidad y Nacional se quedó para sorpresa de su público. Teo, que no cumplió con las expectativas en los primeros 45?, arrancó encendido con un pase en diagonal a Sánchez, quien remató fuerte y encontró una firme respuesta de Armani.
Pisculichi empezaba a avisar con un gran remate de tiro libre controlado por el arquero y minutos más tarde demostró que es uno de los jugadores más desequilibrantes de River en el semestre con un disparo de media distancia que dejó sin chances al ‘1’ local, dándole un empate que los de Gallardo merecieron en el segundo tiempo.
Los colombianos reaccionaron ante el gol y tuvieron algunas chances de volver a adelantarse en el marcador con un remate de Cardona que terminó en el techo del arco o un remate que dejó pasar tras una mala salida de Barovero. Y River también lo pudo ganar, como cuando Cavenaghi pecó de egoísta y sacó un disparo al arco, con Teo libre en el área.
Fue un tiempo para cada uno y el resultado parece ser positivo para un River, que ahora deberá definir ante su gente en un Monumental en el que se hace fuerte y que espera festejar el ansiado título internacional.