El plan es que no hay plan

Una columna de Fernando Palomo

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Aficionados salvadoreños apoyando a la Selecta en el partido amistoso contra Nicaragua.

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Fernando Palomo | Twitter: @Palomo_ESPN

2014-12-13 2:24:00

Se están dando los primeros pasos para desarrollar hábitos que aumenten la actividad física de todos los ciudadanos. El Plan Nacional para el Deporte, Educación y Recreación Física arranca en este 2014 y se propone que el país adopte, como costumbre, la práctica sistemática del deporte en distintas etapas.

Desde pequeños escolares hasta personas de edad avanzada. Que el deporte se instale como parte fundamental de su cultura, que sea una forma de vida. Ambiciosa meta. 

El objetivo es que dentro de diez años el país cambie su rostro y que la población se active. Que los niños desarrollen sus capacidades motrices con el deporte como herramienta. Que los jóvenes conozcan las virtudes de la solidaridad, disciplina y respeto practicando deporte. Que los adultos mejoren su calidad de vida participando de programas con actividades físicas como eje. 

El Plan parte de la necesidad, como lo dice el Comité Olímpico “de crear la estrategia para que el desarrollo del deporte sea sistemático y exitoso”. Llegar al punto de partida de este esperanzador proyecto requirió de la participación comprometida de instituciones que afectan la salud y educación de la ciudadanía.

Al final como reza uno de los objetivos del Plan es “preservar y mejorar su salud, usar sanamente su tiempo libre, fomentar e incrementar su identidad y orgullo nacional haciendo de Guatemala un país activo, saludable y ganador”.

Leyeron bien, dice Guatemala. Este plan se implementará en ese país. En realidad es una renovación de uno que comenzó en 1977 y que permitió que desde el presupuesto de la nación el deporte estuviese amparado, independientemente de los gobiernos de turno, por un impuesto a los productos de tabaco, licor y la cerveza. 

Esto permitió que Guatemala creara una estructura de instalaciones en todo el país y que se instalara la práctica deportiva como una costumbre. Esa es la “masificación” que tan mal se utiliza en los podios políticos de nuestro país. Con más acciones y menos labia, Guatemala ha sido el país de la región que más medallas ha conseguido en los Juegos Centroamericanos.

En los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz fue la delegación de la zona mejor posicionada con 77 medallas. Más preseas que la suma de las conseguidas por Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá. Nada fuera de lo normal para un país que ha conseguido 193 medallas más que El Salvador en la historia de Juegos Centroamericanos y del Caribe. 

La puesta a andar de este Plan Nacional para el Deporte guatemalteco hará que la distancia deportiva entre una nación y otra se siga ampliando. El deporte es mucho más amplio que balón y once jugadores por cada equipo. En Guatemala, con altos y bajos, han sido constantes en su apuesta deportiva y la nueva medida confirma que, además de una inversión regular, existe un camino para la misma. Como ya se dijo, el camino es: “fomentar e incrementar su identidad y orgullo nacional”. 

A pocos kilómetros de la frontera con Guatemala se pone en marcha el plan nos dejará peleando por segundos lugares y en el Palacio de los Deportes de nuestra ciudad capital los pasillos se alborotaron tras una publicación en la que señalan la inversión del INDES en “servicios de promoción”. 16 periodistas (o que trabajan en esa función) recibieron fondos del estado para hablar del INDES.

La nota destaca la frase del Ing. Melecio Rivera del comité directivo que aprobó los pagos: “son erogaciones para algunas empresas radiales, publicidad, etcétera, que sacan spots o pequeños espacios a favor del INDES.” Mientras, el deportista espera por recursos para prepararse y representar a nuestro país de la mejor manera posible. El INDES tiene en su presupuesto dinero destinado para que hablen “a favor” de un instituto que ha caído en la peor de las descréditos. 

No hay plan para desarrollar el deporte nacional pero si hay plan para generar opiniones positivas, a cambio de un pago que proviene de fondos del Estado. Fui deportista, sacrifiqué años de mi vida para practicar un deporte que me permitiera representar a mi país y dejar su nombre lo más alto posible. Fracasé muchas veces y por esto aprendí a valorar el esfuerzo para algún día poder ganar. 

Entiendo lo que puede pensar en este momento un deportista nacional que sabe que la institución de gobierno que tiene como tarea representar sus intereses, lo que hace es malgastar los recursos. Creo estar calificado para transmitirles lo que siente un deportista ante esto: vergüenza. ¿Fastidio? no se, pero vergüenza seguro. 

En Guatemala dan pasos para un Plan Nacional para el Deporte. Tome nota El Salvador.