La noche permitió para que se tuviera un buen partido: fresco y sin amenazas de lluvia, pero con una cancha que deja mucho que desear para tener un buen fútbol y convirtiéndose en el primer rival con el que los jugadores se tienen que enfrentar. El ambiente que pusieron las aficiones fue el de un clásico, con un cielo que se iluminó con los fuegos artificiales en el inicio del compromiso, una mecha que sirvió para encender a los tigrillos para quedarse con este clásico (2-0) sobre Águila, que ofreció poco o nada.
Los tigrillos mostraron una actitud bastante agresiva en los primeros minutos del partido, con un juego diagonal, partiendo desde las bandas donde corrieron Juan Carlos Moscoso, por la izquierda, y Bryan Tamacas, en el otro sector, para conjuntarse con Jaime Alas y Gonzalo Mazzia para ganar línea de fondo y hacer el peligro más grande.
Así FAS tomó la iniciativa y generó las primeras ocasiones a gol, a los cuatro minutos, con un centro del argentino Mazzia, al que llegó José Villavicencio, de cabeza, haciéndola pasar arriba de la meta, de Benji Villalobos.
Luego, a los ocho minutos, Léster Blanco recibió un balón en profundidad, en un contragolpe, en el que en velocidad superó la marca de Henry Romero, para sacar un tiro raso, al entrar al área grande, que se fue desviado por el primer poste de Villalobos.
A los migueleños les costó quitarse esta presión a la que lo había metido el conjunto tigrillo, ante la falta de espacios que le brindó la zona baja de FAS, a los atacantes emplumados. Óscar Cerén y Diego Coca tuvieron muchos problemas para conectarse, sobre una cancha que tampoco les ayudó a desarrollar un mejor fútbol a ras de piso, cada vez que intentaron conectarse para aprovechar la velocidad de estos y la de los delanteros Cristian Bautista y Sean Fraser.
Bastante ordenado en defensa los tigrillos, con lo que tuvieron mejor respaldo para mantener el ataque sobre la meta del Águila, sumando otra buena llegada, en el 18’, con otra llegada por la izquierda, que Jaime Alas cerró con un tiro que se fue cerrando y se estrelló en el larguero, ante la mirada de Villalobos.
En ataque, los emplumados tuvieron muy poca reacción ofensiva y lo mejor con lo que contaron fue gracias al error en comunicación entre Carlos Carrillo, con su portero Luis Contreras, para rechazar un pase largo de Marlon Trejo a Fraser, a quien la pelota le quedó en el rebote, pero Mendoza anticipó al jamaiquino y alejó el peligro.
Situación que despertó al DT de FAS, Agustín Castillo, porque la jugada generó un buen susto e hicieron más grande el lamento por las ocasiones que se habían fallado, llegando una más, en el 39’, tras un tiro de esquina que Lester Blanco cabeceó y Mazzia desvió mandándola sobre la meta, un poquito antes de la línea de gol.
Si el fútbol fuera de merecer, FAS mereció haber cerrado el primer tiempo arriba en el marcador, por su mejor propuesta ofensiva, ante un Águila, que no hizo más que saber aguantar y contar con cierta suerte. La baja del brasileño Ronaille Calheira, por lesión, le pesó al conjunto emplumado, de un solo tiro desviado, de Fraser (36’), en toda la primera mitad.
Para el segundo tiempo se esperaba que Águila tuviera una mejor idea ofensiva para ofrecer algo más ofensivamente, a lo que habían hecho en el primer tiempo. Pero el libreto de FAS era de querer ganar este partido.
Mantuvo la estrategia, mantuvo la paciencia y terminó llegando al gol, al minuto 58, por medio del argentino Mazzia, de cabeza, tras un centro de Moscoso, desde la izquierda, con el que el sudamericano anticipó al central emplumado para cambiar la dirección del balón y dejar sin reacción al portero Villalobos.
Más difícil se volvió el panorama para los migueleños, con su pobre propuesta y al quedarse con un jugador menos, por la expulsión, por doble amarilla, de Óscar Cerén (64’), siendo este uno de los jugadores que lo intentó en Águila, en las poquísimas ocasiones que atacó.
Más grande se hizo el castigo para los emplumados, con el segundo gol de FAS, con un tiro desde fuera del área de Jaime Alas, en el 74’, imposible de atajar para Villalobos, por la colocación que llevo el tiro, en la zona inferior izquierda.
Con esto se cerró el partido, llevando a once los partidos sin ganar por parte de Águila sobre FAS, al mismo tiempo que llegó al octavo sin marcarle a los tigrillos, que hicieron más grande la fiesta, pensando en semifinales.