Muchos son los jugadores extranjeros que llegan a El Salvador, pero pocos son los que dejan un recuerdo. Como el caso del brasileño Salvador Filho, un defensor que se recuerda en varios equipos del redondo salvadoreño.
Su formación fue en el Flamengo, donde estuvo desde los diez años. Como la mayoría de los brasileños, siempre fue un apasionado del fútbol, practicándolo en el césped y en la playa. Además del balompié, también practicó judo, atletismo y voleibol.
Precedido de algunos clubes importantes de su país (Flamengo, Bonsucesso FC, Madureira FC, E.C. Flamengo do Piauí y Colatina EC), Filho arribó al balompié cuscatleco en el año de 1985 para militar con Luis Ángel Firpo.
“Desde el primer día de mi llegada fui muy bien tratado. Mis paisanos, João Cabral y Jorge Nunes, pues fueron los que me llevaran a El Salvador. Todos los de Firpo, para este entonces, me trataron muy bien: ‘Paco’ Jovel, Abraham Vásquez, Cárcamo Batres, ‘Chispito’ Santana, ‘Coco’ Mendoza, Carlos Góchez, Quintanilla, Funes”, recuerda.
Después de militar con los usulutecos, el brasileño participó con Atlético Marte, Cojutepeque, Águila, Apaneca, en la Segunda División, y Tiburones. Con estos equipos consiguió un subcampeonato con los emplumados, además fue campeón con Apaneca, en la Liga de Ascenso.
Fue conocido como el “Calidad Filho” porque lo consideraban como un defensor con bastante aplicación y técnica, a pesar de su gran corpulencia.
Dentro de las anécdotas que tuvo en el fútbol salvadoreño, las que más recuerda son “cuando me fui a Usulután, lo hicimos en un avión para cuatro personas. Al tener que aterrizar no miraba el aeropuerto y creía que íbamos a caer. Lloré mucho (sonríe)… Aparte que el avión se movía como una piscucha”.
También recuerda la triste experiencia cuando “en un partido entre Águila contra Cojutepeque, mi amigo William Girón sufrió una quebradura en la pierna, justo enfrente de mí. Otra de las cosas que también me hicieron llorar mucho”.
El momento del adiós
Después de El Salvador, Filho pasó al fútbol guatemalteco y estadounidense, pero el momento de decir “adiós” a este deporte llegó tras una lesión.
“Una lesión en la rodilla me hizo creer que había llegando la hora de retirarme, a los 36 años. Regresé a Brasil para tratar la rodilla y siempre quise seguir trabajando con el fútbol, por eso comencé a estudiar y hacer cursos para tornarme entrenador. Pues no quería alejarme del todo de este deporte”, explicó el sudamericano.
¿Qué hace?
Tratando de devolver una parte de todo lo que el fútbol le dio, Salvador Filho se ha especializado en la formación de jóvenes futbolistas, en su natal Brasil.
“Soy entrenador profesional desde el 97. Entrené equipos de varias edades juveniles en Los Ángeles, donde logré varios títulos de torneos infantiles y juveniles. También viajé a Japón, donde trabajé en el equipo profesional de la Tokay League, donde salí campeón. Regreso a Los Ángeles y seguí trabajando como entrenador semiprofesional, haciendo clínicas con el Real Madrid y con la Federación holandesa. Ahora estoy en Brasil, donde trabajo con el equipo profesional do São Cristóvão F.C., club que tuvo a Ronaldo como su mayor estrella”, cuenta.
A pesar de la distancia, Filho confesó que se mantiene muy al pendiente del fútbol salvadoreño a través de Internet o por la comunicación que tiene con excompañeros.
“Pienso que las directivas deberían dar más condiciones a los técnicos y equipos, para que la afición llegue más a los partidos, que según sé, no está llegando mucho”, expresó Filho, quien dentro de sus aspiraciones está regresar al país.