El duelo era entre pumas y tigres, un veradero choque de felinos, garra contra garra.. Pero no. Lo que vio la afición en el Cuscatlán fue una exhibición de errores con el arco de frente, fallos en la entrega del balón, un concierto de imprecisiones que produjo un partido realmente feo. No hubo felinos fieros, sino dos “lindos gatitos” que, a pesar de las ganas que se vio que le ponían, no les alcanzó para presentar un partido de fútbol con nivel aceptable.
La combinación de todos estos factores resultó en el FAS 1-0 Universidad, o un maullido a nada, con el gol de Álex Mendoza al 42?, cuando cerró al segundo palo un tiro libre cobrado por Jaime Alas. Y poco más…
Los tres puntos le permiten a FAS llegar a los 24 puntos y escalar a la tercera posición, con las mismas unidades que Santa Tecla y a solo un punto del líder Metapán. Además, los tigrillos acumulan tres triunfos consecutivos y llevan ya cinco juegos sin conocer la derrota, un impulso que les ha abierto de par en par las puertas de la clasificación.
Los escarlatas, en cambio, quedan bastante complicados. Aunque llevaban tres juegos sin perder (una victoria y dos empates), este revés ante FAS los estanca en 20 puntos y quedan en la séptima posición, con difícil panorama hacia semifinales.
Duro para un equipo que, a puro coraje y pundonor, había sacado grandes resultados a pesar de una lluvia de problemas, entre enfemedades, lesiones, castigos y problemas de impago.
En la cancha, FAS dominó el primer tiempo como si fuera el local. Empujado por la Turba Roja desde las gradas, se encomendó a Morán y Alas para crear. Y creaba, pero con poco sentido y sin profundidad. Tanto, que al minuto 11 saltó desde su área el técnico “Chochera” Castillo, que increpó a los suyos: Es que de nada servía tener la manija del juego si no hacían daño.
Solo un tiro
Los pumas, arrinconados en su reducto, despertaron hasta el 13?, con un disparo de Landaverde que contuvo “Motor” Contreras. Fue el único destello ofensivo que mostraron en toda la primera parte. Demasiado tímido para un equipo que, al menos administrativamente, era el local.
Mientras, FAS buscaba. Centro de Aparicio y Mazzia no llegaba de cabeza al 33?; tiro libre del argentino al 35?, a las nubes. Hasta que llegó el tiro libre de Alas y el gol de Mendoza, jugada en la que terminó golpeado el meta Douglas Batres, que intentó parar al 12 tigrillo sin éxito.
El técnico de los pumas, William Renderos, se la jugó para el complemento y puso en el campo al jamaiquino Garrick Gordon (medio recuperado de su lesión, pero descanchado).
Y luego, al 65?, puso al creativo panameño Gabriel Ríos, en lugar del contención Lazo, con la clara apuesta de arriesgar, de ir por el partido. Antes, al 51?, ya los pumas se habían salvado del segundo gol fasista, cuando Aparicio le pegó horrible a un gran centro de Tamacas por derecha.
Mejoró la UES, que dio un paso al frente para buscar el partido; sin embargo, fue FAS el que rozó el segundo gol, en otra acción desperdiciada: Al 66?, Moscoso centró desde la izquierda y Tamacas, con el arco de frente, prefiró dársela a Mazzia, que no pudo definir con golpeo de cabeza. Otra rabieta para “Chochera” Castillo en su área técnica, entre el enojo y la frustración, porque sus jugadores no podían encontrar el gol de la tranquilidad.
Más furioso el peruano al 72?, cuando Tamacas se la dio a Mazzia y el gaucho le pegó mordido, cuando tenía todo para marcar. Y como la ventaja era corta y FAS era incapaz de aumentarla, Castillo prefirió resguardarse y puso al zaguero Donny Valle en lugar de Villavicencio.
Teruel sacó uno de los pocos disparos de verdad potentes en todo el juego al 75?, un trallazo de fuera de área que obligó al vuelo de Batres a su izquierda para frenar el misil del brasileño.
Desde ahí, los pumas apretaron un poco más, aunque sin jugadas claras de riesgo para “Motor” Contreras.
En un contragolpe, hubo una elástica chilena de Gordon, pero la clavó… varios metros desviada de la meta tigrilla; y al 90+3, en la última pizca de “emoción” del juego, Ríos tuvo un tiro libre que pudo ser el empate agónico de los universitarios, pero la mandó a las gradas. Fue el último maullido del partido.