Construyendo identidad

La actual generación productiva de nuestro país y la fuerza joven evidentemente pujante, tienen ante sí una oportunidad inmejorable de cargar al país desde el empoderamiento individual

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Algunos accesos al Cuscatlán estarán cerrados horas previas al partido de la Selecta. Foto EDH

Por Fernando Palomo | Twitter: @Palomo_ESPN

2014-11-12 10:04:00

En el sótano de una muy centenaria iglesia bautista de Washington DC se reunieron decenas de salvadoreños buscando su identidad. El esfuerzo de un grupo de estudiantes, algunos hijos de padres salvadoreños y nacidos en Estados Unidos, intentando responder una gran pregunta: “¿De dónde venimos?” o quizás aún más compleja “¿Quiénes somos?”. En ese lugar expuse mi percepción de lo que somos y donde estamos. Un movimiento que nace en pequeño pero que plantea un reto necesario de asumir. Y les hablé de fútbol.

La actual generación productiva de nuestro país y la fuerza joven evidentemente pujante, tienen ante sí una oportunidad inmejorable de cargar al país desde el empoderamiento individual. El reconocimiento de que esa fuerza motriz del país está en la gran mayoría que no se distrae ante falsas premisas que pretenden torcer hasta la misma historia con la intención de favorecer una corriente de pensamiento. Más fuerte aún, cuando desde esa base parten para dividir. 

El sentido de mi exposición era, y es, invitar a más grupos a que se unan a estos visionarios jóvenes que estando fuera de su tierra quieren encontrar la solución para los problemas que se viven dentro. Convertirlos en arquitectos de la reconstrucción de la identidad nacional. Potenciando la capacidad individual. Despertando la curiosidad por saber su historia, sin miedos a lo que puedan encontrar pero con el temor de repetirlo si no lo descubren. Conocerse para reconocerse a sí mismo. 

Y hablé de fútbol. De cómo la identidad nacional se ha ido erosionando poco a poco para dejar de sentir lo nuestro y seguir lo de afuera. Hace unos meses el escritor mexicano Juan Villoro me definió a el grado de afición al que se puede aspirar. Según Villoro el seguidor de fútbol es el que acompaña al equipo por conveniencia sentimental y lo deja al equipo cuando este no cumple con sus necesidades personales. Apenas sigue a un equipo. Javier Marías, escritor español, define al fútbol como “la recuperación semanal de la infancia”. Coincide con Villoro que cuando se es de un equipo, cuando existe la pertenencia, es porque es imposible negar la infancia, los orígenes. 

Cuando este viernes juegue la Selección Nacional de fútbol en el Estadio Cuscatlán ante Panamá, los salvadoreños que dicen querer a la Selecta tendrán una prueba más para definir qué tipo de afición tienen por esa camiseta nacional que es además un símbolo de identidad nacional. Un distintivo de su origen. Se puede cuestionar al equipo de fútbol, se puede renegar por la propuesta que eligen para jugar al fútbol, pero es innegable que el símbolo que es la camiseta nos representa. Incuestionable. El fútbol es un motor muy poderoso cuando de identidad nacional hablamos. 

¿Seguir a la selección o ser de la selección? Buena pregunta cuando cada uno defina qué hacer este viernes por la noche. Siguen al equipo solo para satisfacer una capricho personal, para ser parte de un evento como cuando llega México a jugar o son de la selección por una cuestión de pertenencia. Porque la selección y no solo su camiseta, es un símbolo de identidad que representa a los salvadoreños. Es momento de pensar si hay un compromiso por la recuperación de esos símbolos y nos dejamos de construir una identidad que no nos corresponde, basada en esas proposiciones lejanas. Es momento para redescubrir aquellas cosas que son verdaderamente nuestras. Es momento de ser de la selección, no sólo seguirla. Momento de convertirse desde el sentido de pertenencia por un equipo de fútbol, en arquitectos de la reconstrucción de la identidad nacional.