Panamá derrotó a la Selecta en un partido ríspido

La Selecta cayó por primera vez en patio propio ante Panamá, en un duelo "amistoso". La visita propuso fuerza y efectividad, entre otras cosas..

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Nicolás Muñoz de Panama tras anotar gol contra El Salvador. Panamá 3 El Salvador 1 en amistoso

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Gustavo Flores | Twitter: @Gusflores21

2014-11-14 9:05:00

La noche pedía alegrías pero terminó siendo un paso en falso para la Selección de El Salvador. Un golpe de Panamá en un estadio Cuscatlán completo a medias, un equipo canalero que tuvo como gran virtud no perdonar los errores cuscatlecos y golpear en el momento justo. Así se llevó el primer triunfo de su historia en el Coloso.

No fue un buen partido de El Salvador. No encontró nunca su ritmo, careció de volumen de juego, tuvo errores defensivos decisivos y le costó armar ideas ofensivas. Solo sobresalió el talento de Arturo Álvarez, que careció de compañía y también de mayor continuidad en el juego. Con todo, fue la única luz de buen pie e intenciones que mostró ayer la Azul.

El DTRoca apostó por su conocida  fórmula con línea de tres en el fondo, con Henry Romero como nuevo integrante junto a Mendoza y Molina.

Dany Torres fue la gran novedad en cuanto a nombres como carrilero derecho, con Larín sobre la izquierda. Punyed y Monterrosa en la contención;Arturo y Jaime Alas más adelantados. Y Burgos solo arriba.

Con ese esquema, pocas veces pudo quebrar a la última línea panameña y plasmar en el terreno la idea del entrenador. La intención de salir jugando siempre se mantuvo, aunque con algunos sobresaltos, sobre todo del lado de  Milton Molina.

Sin embargo, hasta los primeros dos goles panameños el partido era parejo, con pocas llegadas a las áreas aunque con cierto dominio azul.  Un buen remate de Arturo Álvarez desde el vértice del área, que respondió bien el arquero Calderón, y que Larín falló en el centro posterior. El Cusca de pie y aplaudiendo. Fue solo un entusiasmo pasajero.

Panamá, con poco, empezó a ordenarse. Y Armando Cooper comenzó a entrar más en contacto con el balón. Eso, definitivamente, fue una muy mala noticia para la Selecta.

Después llegaron los dos minutos fatídicos, con los dos goles panameños. Sin merecerlo, quizás, pero con una enorme capacidad de contundencia. Y El Salvador volvió a fallar en instancias clave. Una vez más.

Primero, un centro de Cooper quien desbordó por la derecha fue bien aprovechado por Nicogol, extrañamente titular en Panamá y suplente en Metapán. Tan acostumbrado a meter goles en este Cuscatlán, no falló aunque el rival esta vez fuera la Selecta. Sus disculpas al público tras marcar el tanto dejaron en claro el sentimiento de Nicogol hacia este país donde hace goles de todas las formas y colores. Ayer lo sufrió la selección nacional.

Los minutos de “ausencia”

Después del gol de Nico, un problema recurrente. Pasó ante Ecuador y se reiteró ayer. Un gol desacomoda a todo el equipo durante varios minutos. Son instantes donde El Salvador parece quedar “groggy” o ausente ante un golpe. Como que no puede reaccionar.  Y el rival no perdona. No lo hizo Ecuador, tampoco Panamá.

Una desinteligencia entre Punyed y Jaime Alas fue el prólogo del segundo canalero. De contra, y con alguna responsabilidad de Henry Hernández, Godoy metió el 2-0.

Cambió el partido y cambió el ánimo. Del equipo y de la gente. Perdió el ritmo la Selecta y la paciencia la afición.

Sin la precisión del inicio, el medio pasó a ser territorio visitante. Jaime, bien controlado, Punyed y Monterrosa con   altibajos. Sólo Arturo, quien armó una buena jugada por izquierda y llegó el penal a Jaime. Definió Larín y el  2-1 devolvió la ilusión.

El ingreso de Nelson Bonilla (55’) le dio otro oxígeno al  ataque nacional. Y tras una presión de Burgos, el delantero del fútbol rumano marcó.

Pero la pelota rebotó, sin intención, en el propio Burgos y se sancionó correctamente la posición adelantada. Fue el momento en que la Azul estuvo más cerca.

Después, con el paso de los minutos se fue desdibujando y el partido entró en un terreno espinoso: el de los roces y las peleas. Los panameños enojados con Ibsen Castro por algún golpe de más. Y también, hay que decirlo, el equipo del Bolillo Gómez hizo demasiado tiempo.

Si el empate volvía a quedar lejos, mucho más lo estuvo cuando otro error compartido de Punyed y Henry Hernández le dio la posibilidad a Nurse de marcar el tercero. No lo merecía Panamá pero El Salvador le dio las facilidades y su mérito fue aprovecharlas. El público se fue muy disconforme y seguramente, en la intimidad, el cuerpo técnico y el plantel también. Hubo demasiadas fallas y desconcentraciones. El martes estará la chance de la revancha ante un rival distinto -y a priori inferior- pero siempre con la idea de mejorar el paso en falso dado en el Cusca.