COSTA DEL SOL. Dueños de la Uncaf. Señores de Centroamérica. En eso se convirtió ayer la Azul de Playa, tras ganar el último partido de la Copa Uncaf, que se convirtió en una auténtica final frente a Guatemala. Tanto salvadoreños como chapines, tenían la misma posibilidad de consagrarse campeones, pero los nacionales lograron que el trofeo se quedara en casa.
El resultado de una victoria contundente (11-2) no quedó solo en eso. Además, El Salvador terminó líder invicto (nueve puntos), como el más goleador (diferencia de +20), el equipo menos vencido (solo recibió seis) y con el título de goleo individual para Frank Velásquez (ocho).
Para los nacionales, la Copa quedó así consolidada con esos galardones extras al esfuerzo y al trabajo de conjunto que los llevó a ser monarcas de esta primera edición de Uncaf. Éxito igual porque además de ser campeones de Concacaf (2009, en Puerto Vallarta), ahora también son de Uncaf, con un equipo que sigue creciendo y en el que confía el técnico Rudis Gallo, por lo que sigue refrescándolo con jugadores nuevos.
La tarde de ayer por eso se enmarcó de laureles para la historia. Con el recuerdo de que los experimentados aportan en los momentos determinantes, como Agustín Ruiz y Frank, ambos con triplete; y que los debutantes, como Melvin Segovia, quien marcó dos goles, están en el seleccionado nacional por algo.
Seis minutos de oro
El Salvador recibió una bofetada de entrada por parte de los chapines. Segundos en juego que significaron un despertar de entrada. Alex Morán tocó el balón en el saque de juego y éste trató de cabecearlo Wílber Zavala, sobre la línea, para rechazarlo. Quedó suelto y al tratar de retenerlo Eliodoro Portillo, lo hundió más para ese fatídico 0-1.
Era un primer minuto de desconcierto, pero de respuesta inmediata. Ese mismo minuto, vino la remontada y para más. Seis minutos más sirvieron para la ofensiva total de El Salvador, que anotó seis tantos de inmediato, haciendo sentir su total dominio del partido.
A la contra del tanto de Guatemala, apareció Segovia, quien de cabeza por sector izquierdo prolongó un balón que llegó desde el saque de banda. La paridad. Y la tranquilidad.
Con la cosas en igualdad, El Salvador tomó el control del partido. Y no lo dejó en duda. El minuto tres fue intenso y de felicidad plena. Tin, tras un centro por derecha, convirtió de media chilena; Segovia anotó su doblete, de chilena; y Elmer Robles conectó un tiro libre directo a la red del portero Ever Pineda (4-1).
Se había abierto la tienda de goles, a los mejores. Y se unió a la fiesta de la definición Frank: minuto seis, dos zurdazos, uno potente cerrando por izquierda, y otro al costado de Pineda.
Era la media docena y el público pedía más. Guatemala no se desesperó, pero intentó sorprender con disparos a marco que terminaban desviados y demasiado elevados. Mientras el travesaño salvó a los salvadoreños, a 49 segundos de cerrar la primera mitad.
Parecía que esa intensidad volvería igual para el segundo periodo. Pero tardaron cuatro minutos para que el gol volviera a ser real. Dos travesaños también impidieron que un remate de Frank y un disparo de Heber Ramos aumentaran la cuenta. Pero fue éste último el que logró, con un puntapié, poner el 7-1.
A pesar de que no lograba concretar, Tin siguió sirviendo balones a los compañeros. Pero del mismo modo aparecieron las individualidades, en las que se pecaron al intentar definir.
Tendría que ser una falta sobre Ruiz en el área, por parte de Miguel González, quien terminó expulsado, la que diera la pauta para el octavo gol. De penal, a los ocho minutos de esta parte, el ariete definió suave el 8-1, que valió la admiración de la afición.
Directo a la Copa
El segundo periodo expiró en medio de las intencionalidades a gol, sobre todo de Velásquez, que no descansó para tratar de sumar otro tanto. Y el tercer periodo, Guatemala cambió a su portero, para tratar de apaciguar las anotaciones, por lo que llegó José Solares.
Parecía que eso iba a dar tranquilidad, y a los tres minutos Francisco Ochoa recibió una asistencia de Ángel Sáenz, y definió a puerta un disparo que Eliodoro Portillo terminó de empujar a gol (8-2). El descuento no fue a más.
Robles, Velásquez y Ruiz terminaron de servir la copa llena para la casa. Al minuto cuarto, Elmer recibió la asistencia de Tín, para de derecha marcar el 9-2. Luego, al cinco, Frank de frente al marco puso de derecha el décimo. Y cuando parecía que el juego concluiría hasta ahí, en el último minuto, Tín puso el broche de oro con un remate cruzado por la izquierda (11-2).
Sería un cierre soñado, el del objetivo cumplido, el de ser campeones de la primera edición de la Uncaf. Y además, recibir dos premios más para un seleccionado que se sigue preparando el camino a las eliminatorias de Concacaf 2015.
Por fin, cumplieron
Después de dos días de ausencia en el estadio, la afición pudo llegar de una buena vez a apoyar a los playeros. El estadio si bien no quedó en un cien completo, al menos logró que hubiese “bulla” y que se sintiera la presión local. Los hinchas de corazón llegaron al partido más importante de la Azul de Playa, el que significó el del título y el que terminó con los aplausos sinceros para este equipo. El premio a su presencia fue el ser monarcas de Uncaf.
Melvin, lesionado
El debutante en esta Copa, Melvin Segovia, terminó resentido después del choque ante los chapines. El jugador terminó adolorido de una de su rodilla izquierda, por lo que tendrá que someterse a algunos exámenes para detectar de qué se trata. El jugador espera que no sea grave.
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El subcampeón CRC, con su trofeo. @EDHdeportes pic.twitter.com/X8ctybryrD
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Frank Velasquez el máximo artillero de la Copa UNCAF @EDHdeportes https://t.co/2DbC76WX4D
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