¿Quién es el Indio Cuscatleco?

Desde 2000, Ricardo Montano es el hombre detrás de un disfraz

descripción de la imagen
Foto Por edhdep

Por Víctor Zelada Uceda | Twitter: @zeladauceda

2014-11-16 9:58:00

En los últimos años escuchamos que salieron personajes que intentaron apoyar a la Selecta Mayor (el Pájaro Picón Picón y el Torogol) pero ninguno  ha tenido la constancia y la identidad que ha logrado “el Indio Cuscatleco”. Sí, ese que vemos en partidos de las distintas selecciones de fútbol (mayor, juveniles y playa) pintado en su rostro con los colores azul y blanco, con una peluca y un penacho de plumas de distintas aves (gallo, gallina, pavo, faisán, torogoz y guara).

Tiene algo peculiar, roba miradas y muchos quieren una fotografía con él. Su carisma ya tiene una trayectoria marcada de 14 años, un tiempo donde ha tenido distintos cambios en su presentación, pero solo algo no cambia: su peluca.

El hombre detrás de ese disfraz tiene un nombre y una vida… Ricardo Ernesto Montano Rivera, 46 años, casado y con tres hijos; evangélico y trabaja en una joyería en el exedificio del Banco Salvadoreño frente a la plaza Morazán.

“Soy un cristiano, una persona que trabaja, me rebusco para llevar los frijolitos a la casa y debo buscar qué llevar porque tengo familia que mantener y  20 años de trabajar en el área de la joyería. Agradezco a mis clientes que me recomiendan porque dicen a otros que “el Indio Cuscatleco” puede hacer anillos de compromiso, de bodas, de graduación… Es un trabajo honesto”, contó Montano.

Siempre había querido mantener en el anonimato su identidad, tras 14 años de trayectoria. Sin embargo, aprovechó la invitación de EDH para que se conozca su historia.

“Tengo 14 años de estarme vistiendo de azul y blanco, la primera vez fue en San Pedro Sula para un partido contra Honduras en 2000. Pensé en llevar algo representativo y fue así como me puse esta peluca que aún conservo, luego me pinté la cara y vestí una camisa con los colores nacionales y el escudo en el pecho. Los hondureños reaccionaron con insultos para bajarme la moral y achicarme pero cobré más fuerza”.

Primero comenzó apoyando a la Selecta mayor, con los años se fue diversificando al dejarse ver en partidos de selecciones juveniles y la de playa.

Confesó que todo lo hace porque es fanático de El Salvador, nunca de un equipo específico. “Creo que si volviera a nacer, pediría que sea en El Salvador porque soy fanático de la Selecta, nunca de un equipo. Soy incondicional en las buenas y en las malas”.

Sus anécdotas

De ser un hincha con peluca y pintado del rostro se transformó en el “Indio Cuscatleco”. Contó cómo dio ese paso.

“El traje, a través del tiempo, lo he ido modificando. La peluca siempre la cuido, puedo olvidar los zapatos o que la mujer me está esperando en un lugar, menos la peluca. Mi esposa la lava y estoy pendiente que no se la vayan a llevar por travesura. Una vez mis amigos se me acercaron para que tuviera un traje. Los amigos de “la Cool” me mandaron donde el diseñador José Domínguez y cancelaron el traje del Indio. Me llamó la atención que en el pasado el cacique de una tribu tenía un penacho rodeado de plumas y pedí que me lo confeccionaran. Aunque parezca broma, pero guardo plumas por las que se quiebran y dañan. Cuando la gente se toma fotos conmigo doblan las plumas, pero por no hacer sentir mal a nadie lo dejo pasar”.

En cuanto al precio de ese traje, explicó: “Está valorado en unos $300 solo el traje, $250 cuesta el penacho. Llego al estadio siempre con zapatos azul y blanco y con los calzoncillos del mismo color, claro que no se ve”.

Sus anécdotas son muchas y hasta divertidas. Una es cuando tenía poco tiempo de estrenar ese traje que pesa unas 20 libras.
“Una vez unos niños me dijeron payaso y de repente una abuelita me dijo que si podía tomarse una foto conmigo. Para mi sorpresa me dio una ‘cora’. En el momento me sentí mal porque nunca he cobrado, pero pensé que de esa cora podía comprarme una bolsa con agua; en otra ocasión estaba en la primera grada y varios me gritaban que subiera. Allí solo pensé por qué no bajan ellos si este traje pesa, pero terminé yendo donde ellos, porque siempre trato de tener buena actitud”.

Como el hincha número 1 de la Selecta, una vez con ayuda de la Barra 503 y de su amigo Luis Torrento reunió para comprar el pasaje a Torreón, México, para estar con la Selecta en la eliminatoria a Brasil 2014. Esa es otra historia. 

“Al no ver una bandera de El Salvador me temblaban los pies. Tenía el prejuicio de que los mexicanos eran malos con los salvadoreños y me quedé cerca de los policías por temor a que me fueran a linchar y desplumar. Pero no fue así, hasta un aficionado me invitó a comer unas gordas (empanadas) y por la noche en el estadio muchos se peleaban por tomarse fotos conmigo”.

Ricardo Montano dice que nunca olvida a los que le extienden su ayuda.

“He tenido un buen amigo como Omar Angulo, quien me ha regalado entradas, me ha dado de comer, me ha sacado, igual he sentido aprecio de la familia Juárez de las Farmacias Virgen de Guadalupe. Muchas personas me han invitado a comer, a beber algo y hasta me han ofrecido su casa, todos esos detalles los guardo en mi corazón”.

Lo más reciente que dice haberlo marcado es que por primera vez un comité ejecutivo de la Fesfut ha creído en él.

“Pedí apoyo al licenciado Jorge Rajo y no titubeó. Sus palabras fueron ‘contá conmigo’. Autorizó que en la Fesfut me dieran la semana pasada un carnet para entrar a todos los partidos de las selecciones nacionales. Antes me tocaba comprar mis boletos”.

De la Fesfut le dieron transporte el viernes para estar en la Costa del Sol apoyando a la Selecta de Playa en la Copa Centroamericana y luego salió hacia el Cuscatlán para estar en el juego El Salvador-Panamá. También estuvo en el engramillado cantando el himno nacional, algo que nunca había ocurrido.

Y este lunes, a la 1:00 p.m., dijo que sale vía terrestre hacia Nicaragua, con viáticos de la Fesfut, para estar en la grada apoyando al equipo de Roca.

Sueños y tristezas

Ricardo Montano o Indio Cuscatleco, como le quiera llamar, tiene dos sueños por alcanzar. 

“Sigo soñando con ver a la Selección Mayor otra vez en un Mundial y acompañarla. Quiera Dios que sea en Rusia 2018 o Catar 2022. También quisiera tener una visa para viajar a EE. UU. porque la Selecta juega mucho en ese país”.

De sus sueños, de sus buenos recuerdos también dice no olvidar el tema amaños que manchó a nuestro fútbol y que desilusionó al aficionado. Pese a esto nunca le dio la espalda al equipo, pero tampoco lo olvida.

“Siempre pienso que no fue fácil para aquellos que iban al estadio con $7 o $10 en la bolsa y aguantaron hambre para que se supiera después que tres, cuatro, cinco o seis jugadores tenían vendidos esos partidos. Los amaños fueron una desilusión tremenda porque daban ganas de llorar por el sentimiento que guardo. Carlos De los Cobos, a quien le tengo estima, nos quiso llevar a Alemania 2010, pero por amaños no se pudo. Esta nueva generación de 2014 no tiene por qué pagar los platos rotos, pero arrastra con esa incertidumbre de creer o no y por eso el estadio ya no se llena como antes”.

Montano, por otro lado, contó que ya tiene registrado legalmente su nombre artístico en el CNR desde 2011. Podrán aparecer otros personajes pero el “Indio Cuscatleco” siempre será él.