La sombra de los amaños sigue recorriendo los fantasmas del fútbol salvadoreño. Y su herencia sigue pesando en distintas facetas. Tanto en las palabras de Roca sobre su trabajo en la Selecta (“empecé de cero, no de algo”), de las que hay que decir que no le falta verdad, como también en el grito hiriente de los aficionados para estos jugadores que hoy visten la Azul tras la serie de partidos amistosos frente a Panamá y Nicaragua. Y que también se vieron replicados en las redes sociales.
En el estadio Cuscatlán ante los panameños, el público se fue enfadado. Claro, una derrota no estaba en el guión de los aficionados a pesar de las declaraciones del DT en sentido contrario. Se jugó mal, por momentos muy mal. Pero se escucharon, más allá de insultos ‘habituales’ del fútbol en tiempos de derrotas, gritos que tienen que ver con el pasado inmediato de oscuridad y vergüenza y que, quizás, duelan más que ninguno.
“Amañadores, dejen de vender partidos” se insistió desde las tribunas y las plateas. Y no fueron pocos hinchas. Cuidado, no porque los jugadores actuales estén implicados en algo parecido a la aberración máxima que puede presentar el deporte. Al contrario. Es porque los hinchas no perdonan y ante cualquier error vendrá el grito de vendepatrias.En las redes se hacen eco también para la Sub-21 ante errores defensivos y expulsiones.
La generación amañadora dejó otro triste legado. Justo a estos muchachos que intentan reconstruir el fútbol de la Selecta. Inmerecido, y sobre todo, injusto.