Fabio Molina

¿Qué pasó con...? Es uno de los brillantes jugadores que dio el baloncesto nacional y cuya calidad desplegó en varios equipos y selecciones en los años 70 y 80

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Fabio Molina junto a su esposa Ana Isabel, con quien han procreado cuatro hijos. Foto EDH

Por Rafael Cárcamo | Twitter: @RafinhaEDH

2014-11-23 11:36:00

En las décadas del 70 y 80 fue el período de tiempo en que transcurrió lo mejor de la carrera de Fabio Molina, uno de los grandes talentos que ha dado el baloncesto nacional y cuya calidad técnica y física que derrochaba en la cancha le llevó a figurar en importantes equipos del baloncesto colegial, de primera división y en diferentes selecciones nacionales.

Sus pininos en el deporte de las cestas se remontan a su etapa de infancia, cuando estudiaba la primaria en el Colegio Santo Tomás, de su natal San Vicente. Fue ahí, en compañía de Tony Rodríguez y los hermanos Reyes, que Fabio tuvo sus primeros contactos con la pelota y las canchas de baloncesto.

“En ese entonces nunca imaginé qué tan lejos podía llegar como jugador de baloncesto, jugábamos a divertirnos, con el tiempo fui adquiriendo la costumbre de ganar”, manifestó.

Las mieles del éxito las comenzó a degustar cuando aun era precoz en el baloncesto, recordó que a los 10 años se coronó campeón infantil de un torneo navideño que realizaban en San Vicente, para entonces jugaba con el equipo “Cinco Estrellas”.

Ya para estudiar plan básico, Fabio se mudó a Santa Tecla para internarse y estudiar en el Colegio Santa Cecilia, ahí permaneció de 1960 a 1965. “Aquí con 14 años jugué tres años en segunda categoría, ya con 15 años jugué en primera categoría, graduándome de bachiller a los 16 años”.

Pero en el deporte, como en otros ámbitos de la vida, se gana y se pierde. Fue así como en 1965 jugaron la final colegial ante el Liceo Salvadoreño, quien les derrotó en un apretado duelo, según recuerda. De este equipo colegial mencionó a José Roberto Pacas, a Corvera e Iván Hernández como los otros grandes referentes de su quinteto.

El salto a la mayor

Concluida su etapa de bachillerato, Fabio ingresó a la Universidad de El Salvador (UES) para cursar estudios de Medicina; ello le facilitó además el poder jugar en este equipo ya a nivel de primera división, y para 1966 celebraba su primer título con la “U”, que era entrenado por Vladimir “Chilipa” Morán. 

“Ganamos el campeonato y yo fui el mejor anotador del equipo, pero había otros grandes jugadores como la ‘Guagua’ Rivas, Ricardo Vilanova, Ovidio Villatoro y Castro de La Cotera y Jaime Badía”, afirmó.

Este año también marcó su llegada por primera vez a una Selección Nacional Mayor, que entrenaba el Dr. Julio Astacio y quien años después llegaría a ser vicepresidente de La República. Fabio contaba entonces con 17 años y en 1967 asistieron Guatemala a un Centroamericano, con una destacada actuación. 

De vuelta en el campeonato nacional, siempre jugando con la UES, cayeron por un punto en la final ante Ademar, en el que militaba José Roberto Carrillo. El desquite llegó en 1969, cuando vencieron en la final a Exsal, para entonces jugaba a la par de Pío Salomón Rosales, Mario Morataya, Ricardo Rodríguez y Osvaldo “Guagua” Rivas entre otros. 

En 1971, 72 y 73 jugó para Exsal, donde figuraban además Parrales, Jeff Holman, Helmuth Müller  y Ochoa, para citar algunos. “Con este equipo no ganamos ni un título, pero siempre fuimos grandes protagonistas”, dijo.

Para 1974 retornó a la UES y llegaron a la final, la cual perdieron por un punto ante Robertoni, pero en el 76 tuvieron la revancha y fueron ellos los campeones. Diferencias con el entrenador Rafael “Chivato” Salazar lo llevaron a dejar las filas universitarias y no volvió más.

Tras una pausa, volvió a las canchas con el MacDonals, pero un accidente de tránsito no le permitió seguir jugando. Pasó 8 meses en recuperación, por lo que a los 32 años se retiró profesionalmente como jugador activo.

Tiempo después volvió pero para jugar en maxibaloncesto donde también fue campeón, además de jugar en torneos empresariales.

Entre sus anécdotas, recuerda que en 1972 fueron a un C.A. Mayor. Panamá era el rival a vencer, había ganado a todos con marcadores muy amplios, de hasta 40 puntos de ventaja, lo cual no sucedió con El Salvador. “Faltaban 3 minutos para el final y nos sacaba 27 puntos de diferencia, yo estaba en la banca y por petición de mis compañeros el entrenador me hizo ingresar, al final perdimos 76-73 por errores tácticos y yo les anoté 18 puntos”.

En esta justa El Salvador le ganó a Nicaragua 150 – 50 y él anotó 45 puntos.

En otra anécdota, en 1974, Argentina vino al país para jugar una serie de dos partidos en el “Adolfo Pineda”, el primero lo perdieron por 10 puntos y ganaron el segundo por dos.

¿Qué hace?

Fabio Molina se graduó de médico de la Universidad Nacional y pronto comenzó a trabajar en 1976 con el Ministerio de Salud, pues esta es un área que nunca descuidó, la alimentó de forma simultánea mientras jugaba.

Estando en el Ministerio de Salud, fue enviado a México para que sacar una especialidad en salud pública. “Soy un médico con una especialidad que me permite trabajar en el campo forense, pues por ahora trabajo con el Instituto de Medicina Legal (IML), después de haberlo hecho varios años con el ministerio”, afirma.

Tanto con el Ministerio de Salud como con el IML, ha escrito varios libros con una base científica y estadística, que ha dado grandes aportes al desarrollo de la medicina en el país, específicamente en el área de salud pública y forense, en las que aun sigue activo.

“En mis tiempos libres me gusta asistir como espectador al Gimnasio Nacional, disfruto el baloncesto de esta manera y estoy al día con el quehacer del mismo, ojalá la dirigencia pueda encontrar la forma de hacer que este deporte vuelva a ocupar el sitio de honor que años atrás tenía”, comentó.