Para correr, primero hay que cargar de energía el cuerpo.
El ayuno es un mal común entre varias personas, pero si eres de los que corren por la mañana, tienes una razón extra para no cometer tal disparate.
La especialista en nutrición deportiva Raquel Pérez de León ejemplifica de manera sencilla “Al igual que los coches, si no contamos con gasolina no podremos arrancar, así que es indispensable comer algo”.
Los hidratos de carbono son tu principal fuente de energía. Si vas a entrenar una hora o un poco menos, estos son algunos ejemplos que propone la nutrióloga de lo que puedes consumir:
Una porción de fruta con un puño de almendras.
Una rebanada de pan con crema de cacahuate.
Una barra de cereal o de amaranto.
Correr sin desayunas hará que te sientas cansado y con sueño durante el día, lo contrario de lo que puedes lograr, pues correr te ayudará a estar más activo y rendir mejor en tus actividades.