A pesar de lo modesto de las instalaciones, la Arena Gladiadores mantiene su propuesta de ofrecerle al público capitalino un espectáculo entretenido de lucha libre, así como lo hicieran la tarde del domingo en el centro comercial San José, frente al parque capitalino que lleva el mismo nombre.
Y es que fue una fecha especial, donde 10 luchadores dieron su mejor esfuerzo para ganarse la Copa Saigón Dragón, en honor al luchador mexicano-japonés Yoshihiro Asai, mejor conocido como Último Dragón, quien visitó nuestro país para recibir un homenaje por parte de los guerreros de San Salvador.
Se trata de un combatiente que tiene en su curriculum una serie de campeonatos de Peso Medio en las reconocidas empresas de lucha libre como la WWE (World Wrestling Entertainment), el Consejo Mundial de Lucha Libre (CCMLL) y la World Championship Wrestling o WCW, donde ha cosechado 13 títulos mundiales. Además de su papel protagónico en las mejores empresas de este deporte en Japón.
La velada comenzó con la presentación de todos los luchadores que participarían de los combates, incluyendo el reconocimiento del invitado especial, quien no fue parte de las peleas por cumplir con un contrato de exclusividad con una de las empresas para la cual trabaja, además de contar con un periodo de descanso.
Antes de la acción, José Cardoza, coordinador de la Arena Gladiadores, hizo entrega de una compilación de fotografías y textos para agradecer el gesto de la visita del Último Dragón.
Para entrar en calor, Macario se enfrentó a la Princesa Maya. La fémina dio muesta de sus habilidades en este rubro para derrotar a su rival y llevarse el primer aplauso de la noche. Pero para no darle cabida al aburrimiento, enseguida saltaron al ring los 10 participantes del encuentro semiestelar, donde la modalidad fue de todos contra todos y en el cual el referee, el experimientado Rayman, fungió como juez.
En un primer momento, el Ninja Júnior ganó a Bondi, mientras que Destructor se encargó de propinarle senda paliza al Olímpico, aunque se armó un complot en su contra para sacarlo del cuadrilátero.Thunderman y Astroman no pudieron más y se desidieron rápido de la batalla. Seguido, fue Sleifer quien, tras un duro castigo de Randy Sánchez fue despachado.
Al final, los últimos en quedar de pie fueron Olímpico y Randy, quienes, tras un breve descanso, se enfrentaron por la Copa en juego, siendo el segundo el favorecido con el título luego de aplicarle a su oponente una que otra llave y cerrar con la mecedora y, en una descarga de furia, mandarlo al piso para ser declarado como el máximo ganador de la noche.
Siguen en la lucha
Cerca de dos años ha estado funcionando la Arena Gladiadores en el sótano del centro comercial San José, donde cada domingo, a partir de las 5:00 de la tarde, más de una docena de luchadores sacan la casta para abatir a sus rivales y darle al público un espectáculo de la mayor calidad posible.
Sin embargo, esta disciplina hoy por hoy no cuenta con el apoyo necesario para ser rentable, ni autosostenible, por lo que los apasionados en la labor luchística buscan los medios para no dejar en el olvido esta práctica, que ha venido menguando en los últimos años.
Por tal razón, José Cardoza, también conocido como Bondi, hace gestiones para traer nuevas atracciones cada vez con la finalidad de logar que más de algún interesado se llegue y disfrute de los duelos. En ese afán, se contactó a Último Dragón, quien gustoso aceptó la invitación y apoya la iniciativa.
“Esperamos que toda esta gente que ha venido y ha disfrutado de esta lucha libre salvadoreña, regrese y cada domingo abarrote nuestra Arena Gladiadores”, dijo el empesinado directivo de la disciplina. Además, Bondi agradeció infinitamente el apoyo del invitado especial asegurando que “este es un gesto de humildad y su sincera amistad”, dijo acerca del campeón mundial, ya que “él está acostumbrado a los escenarios más grandes del mundo para la práctica de la lucha libre”.
Se reencuentra con sus raices
El luchador mexicano-japonés, que inició su carrera en suelo azteca, se se hizo presente desde temprano a la Arena para observar el movimiento y la puesta en escena de la jornada luchística, además de convivir con los salvadoreños practicantes de esta disciplina de combate y la nutrida afición que se llegó para apreciar el espectáculo.
No pudo faltar la toma de fotografías de recuerdo, En su mayoría fueron señoritas las que abordaron al azteca, y hasta más de alguna se animó a posar de forma provocativa con el homenajeado, acto que agradeció el Último Dragón, sobre todo por el aprecio y la calidez de los salvadoreños para con su persona.
El viaje también sirvió a Yoshihiro Asai para reencontrarse con sus raices en la lucha, ya que su padre fue uno de los luchadores que participó en la época de oro de esta disciplina en El Salvador, un par de décadas atrás. “Uno de los motivos que me mueven para venir a Centroamérica es la búsqueda histórica del trabajo de mi padre y que mejor que visitar los lugares que él recordó y amó profundamente”, aseguró el destacado atleta.