El juego de las diferencias

La jerarquía frente a marco definió un partido más parejo que el 0-3 final

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Foto Por edhdep

Por Gustavo Flores | @GusFlores21

2014-10-10 7:53:00

Las superestrellas de Colombia, que se desenvuelven en los equipos más poderosos del mundo, marcaron la diferencia de jerarquía ante jugadores salvadoreños, que en su mayoría cuentan con poco roce en el nivel internacional y que jugaron con dignidad un partido que se definió por la contundencia en la red, aunque en el juego no hubo tres goles de diferencia.

El Salvador, considerado por cierta prensa colombiana como escuálido, débil o selección “chica”, jugó un muy buen primer tiempo pero se desarmó en los primeros 6 minutos del segundo tiempo. Fue letal. Eso le costó un marcador abultado ante un equipo que no suele perdonar en los últimos metros, sea en el Mundial o en un amistoso.

Roca siguió firme a su estilo con algún cambio de nombre de acuerdo a lo visto en la Copa Centroamericana : Henry Hernández custodiado de cerca con la línea de 3: Mendoza, Renderos y Molina. Como carrileros, el Ruso Flores en la derecha y Larín por la izquierda. La novedad de Pablo Punyed como doble contención junto a Richard Menjívar en la mitad de la cancha con el acompañamiento de Marvin Monterrosa por izquierda y Arturo Álvarez por derecha. Arriba, Rafa Burgos. El estilo Roca también cuenta siempre con la premisa clave de salir jugando desde el fondo.

Arturo volvió a ser un jugador distinto en el rendimiento de un equipo de sólido primer tiempo pero que acusó el golpe anímico de recibir dos goles en el inicio de la segunda mitad. Desde el costado derecho, y cuando Flores entendió la idea del volante de Videoton, se vieron los mejores momentos del combinado azul. De sus pies volvieron a nacer las jugadas más claras en ofensiva.

A pesar de irse al descanso con el marcador en contra, El Salvador tuvo más chances claras que su rival en esa primera etapa. Pero no supo dar el golpe en la red, algo que el rival ejecuta a la perfección. Primero Burgos quiso definir él y lo hizo de forma defectuosa, cuando Monterrosa entraba sólo por izquierda. Luego, el de Metapán también tuvo la suya -y muy clara- y tampoco pudo convertir.

En líneas generales, una defensa que no terminó de solidificarse y que dio la ventaja en el inicio del segundo tiempo. Al notable esfuerzo del Ruso y Larín por las bandas le faltó mayor agresividad ofensiva. Y el tándem Menjívar-Punyed le falta el trabajo lógico de acoplarse y conocerse (apenas un entreno juntos). Marvin falló dos chances clarísimas y Rafa Burgos volvió a correr a todos aunque esta vez ganó poco y nada.

Una gran prueba para la Selecta, aunque el marcador duela. Un 0-3 no le gusta a nadie, menos a sus protagonistas. Pero, se insiste, en estos partidos se solidifica la base de un equipo joven y un proyecto naciente. En el futuro se verá cuanto sirve este tipo de exigencias.