Los que nunca fallan

Los hinchas de la Selecta nunca dejan sola a la Selecta. Horas previas al partido contra Ecuador, se tomaron los alrededores del Red Bull Arena

descripción de la imagen

Salvadoreños llegaron al Red Bull para apoyar a la Selecta en el amistoso contra Ecuador

/ Foto Por Héctor Sermeño

Por Héctor Sermeño, especial para EDH Deportes

2014-10-14 5:52:00

La afición se hizo presente desde temprano en el Red Bull Arena, llegaron procedentes de toda el área triestatal para apoyar al equipo de sus amores, al que algunos le guardan algún recelo por aquello de los amaños. “Aquí estamos poniendo de nuestra parte en el partido, ahora falta ver el desempeño de la Selecta”, comentaba Nelson Rosa, un salvadoreño originario de la ciudad de Ilobasco.

Nelson, quien junto a su hijo Jayden, de solo dos años, junto al resto de la familia se entretenían viendo los malabares que dos especialistas realizaban para entretener a la multitud antes de que iniciara el partido, dijo que la Selecta iba a ganar 2-1, con goles de Arturo Álvarez y Rafa Burgos. Al mismo tiempo que se lamentaba de la ausencia de Fito Zelaya, ya que es fanático del Alianza.

No muy lejos de allí, en las cercanías del estacionamiento, se encontraba Ana Sánchez, una capitalina quien tenía una improvisada venta de comida: carne asada, panes con pollo, elotes locos, casamiento y las infaltables pupusas. “Las hicimos en la mañana allá en la casa y las trajimos solo para calentarlas aquí mismo”, comentó su hija quien le ayudaba a atender a los exigentes clientes.

Repentinamente apareció un nutrido grupo de compatriotas gritando “El Salvador, El Salvador”, y al ser abordados por EDHDEPORTES, dijeron ser originarios de Pasaquina, La Unión; por lo tanto fanáticos del equipo benjamin de la Liga Mayor. “Estaríamos mucho más contentos si hubiera un jugador del Pasaquina en la Selecta”, reclamaron entre bromas.

Pero lo más impresionante de la jornada fue la presencia de Alfredo Montes, un compatriota parapléjico que llegaba al estadio con la camiseta de la Selecta, ayudado por un estadounidense que simplemente dijo ser su amigo. Y aunque Alfredo no es capaz de decir palabra alguna, la sonrisa en su rostro, cuando se vio rodeado por camisetas de la Selecta, lo decía todo.